Cristina Ferrer (Presidenta de la Asociación de amigos del Castillo del Compromiso de Caspe): “No sé decir que no”.

El Agitador comienza hoy una serie de entrevistas que, a lo largo de todo el mes de junio, nos permitirán acercarnos a algunas de las personas que, en mayor o menor medida, han tenido que ver con la celebración del Sexto Centenario del Compromiso de Caspe. Si algo caracteriza a esta celebración es la implicación de la sociedad civil tanto en su génesis como en su desarrollo. Sin el empuje de la gente las cosas serían hoy muy diferentes. Y dentro de la sociedad civil quizá nadie haya tirado del carro tanto como la Asociación de Amigos del Castillo del Compromiso de Caspe. Hoy entrevistamos a Cristina Ferrer, su presidenta.

¿Cuantos socios tiene la Asociación en la actualidad? Creo que son unos cuatrocientos ochenta y seis.

¿Tienen los asociados algún perfil concreto, responden a algún patrón determinado o, por el contrario, la vuestra es una Asociación transversal, diagonal, plural y variada? No, en general lo que les une es ser personas con un interés mínimo por el patrimonio, por las cosas de Caspe… Es algo que notas en la forma en que la gente se interesa, por ejemplo, durante las ferias en el stand que la Asociación tiene abierto u otras actividades que hacemos en las que tenemos ocasión de tener contacto. Puede que al fundarse la Asociación, hace ya bastantes años, la gente fuera de más edad porque también sus fundadores lo eran. Hoy hay gente de todo tipo y de todas las edades.

¿Cuánto tiempo llevas en el cargo? Dos años y unos meses.

¿Cómo llegas a él, en qué momento y en qué circunstancias decides dar ese paso? Tocaba renovar junta y siempre hacíamos alguna pequeña variación, esta vez nos planteamos mover presidente y vicepresidente que hacía años que eran los únicos que no se habían cambiado. Algunos no le dimos más importancia porque teníamos claro que queríamos seguir trabajando más o menos los mismos y en la misma línea, pero surgieron problemas. Pequeños enfrentamientos y divisiones que hicieron incluso que se formaran dos grupos. Siempre nos habíamos llevado muy bien y habíamos trabajado muy a gusto juntos, no tenía sentido echarlo todo a perder sobre todo en unos años tan importantes. En aquel momento llevaba seis años como socia pero participando activamente en la Junta. Había sido dos años tesorera y otros dos vocal.

Te habías implicado a fondo. Sí.

¿Tenías experiencia asociativa previa? ¿Habías participado en otro tipo de asociaciones? SÍ, bueno, pertenezco a grupos de la parroquia y de voluntariado. En general tengo vocación de colaborar con distintas causas. No sé decir que no.

¿No? No

¿Te veías como presidenta de una Asociación tan poco discreta? No, nunca me había visto en el papel pero ya te he dicho que alguien tenía que tomar una decisión. Pensé que tenía que dar el paso por el bien de la Asociación y lo hice, aunque para mi fuera una complicación y algo para lo que ni si quiera me viera del todo capacitada.

¿Y cual ha sido el resultado? Ha sido una gran experiencia. Ha supuesto un gran esfuerzo, pero ha merecido la pena. Ha tocado trabajar mucho, pero también he aprendido y disfrutado mucho. Lo mejor de todo ha sido la oportunidad que he tenido de conocer a una gran cantidad de personas y trabajar y compartir con ellas muchas inquietudes e ilusiones. Está claro que mi vida ha cambiado con ello. Ahora estoy en el punto de mira. De repente la gente pasa a conocerte cuando antes eras una persona totalmente anónima y nadie sabía de ti. Yo al principio creía que iba a poder estar detrás, en segunda línea, organizando sin tener que asumir el protagonismo. Pero no ha sido así.  

Sin embargo estamos celebrando el Sexto Centenario, el momento en el que la Asociación asume mayor protagonismo, y tú sigues al frente. Cuando entré no tenía miedo a trabajar lo que hiciera falta pero lo que tenía claro era que no quería presidir la Asociación durante el Sexto Centenario. Como la Junta se celebra a primeros de año, yo preveía que para entonces uno u otro se ofrecería, porque yo ya advertí que en el 2012 dimitiría.

¿Entonces? No lo he hecho porque las dos personas que se postulaban como presidentes no querían o no podían serlo por diferentes motivos. O seguía yo o no había nadie más. Tampoco me parecía bien que en estos meses tan trascendentales pudiera entrar alguien ajeno a la Junta que durante los últimos años ha estado al frente. Aunque igualmente lo propusimos pero tampoco se presentó nadie nuevo.          

¿Cual ha sido tu cometido como presidenta en estos últimos meses que imagino habrán sido intensos? Llevo todo el 2012 a tope. Con reuniones, llamadas telefónicas constantes… La gente cuando asiste a un acto, a una exposición, a cualquier evento no se puede imaginar el trabajo que hay detrás. Solo cuando estás dentro te das cuenta de la cantidad de cosas que hay que hacer. Mi cometido ha sido sobre todo de coordinación, e intentar estar pendiente de todo, aunque es difícil y siempre se escapan cosas.

Háblanos de esos asuntos de los que te has venido ocupando. Son varios. La exposición “Arte para un Compromiso” ha llevado mucho trabajo. Aunque los propios artistas se han involucrado mucho, incluso de forma física en tareas de diseño, transporte y demás, la verdad es que ha habido que coordinar un montón de tareas para que todo estuviera a punto. Hablo de logística, catálogos, reuniones y coordinación con los artistas, imprenta, financiación, relaciones con los ayuntamientos, DPZ… Luego está el “Proyecto ciudadano”, que venimos desarrollando en colaboración con Sarabastall y la Asociación de la Mujer Caspolina, y que tiene por objeto recaudar fondos para la mejora del entorno de la Colegiata y el Castillo. Concretamente propusimos adecentar los jardines de la cara norte, que eran los que más deteriorados estaban. Hemos trabajado para conseguir colocar en ellos una figura que viniera a simbolizar el esfuerzo de los ciudadanos: de los que hemos organizado las diferentes actividades y de los que se han volcado para participar en ellas, bien sea en el rastrillo, en las actuaciones musicales o comprando dulces o libros. Se lo propusimos a Carlos Izquierdo, en cerámica, y a Pablo Morales, le pedimos que nos hiciera una rosa de los vientos que sirviera de orientación, de decoración y a la par para ocultar los restos de una antigua fuente destrozada. Ambos aceptaron encantados sin pedir ningún tipo de remuneración por su trabajo, solo los materiales. Pero al tratarse de una zona BIC (Bien de interés cultural) Patrimonio ha puesto problemas y solo nos ha admitido la de Pablo por ser más discreta y tener simbología medieval.

¿Solo eso? (risas) Hay más, hay más. Estamos adecentando dentro de lo posible la casa que fue de la familia Bosque para que pueda ser visitada durante los medievales. Es una casa muy grande que da a dos calles, la calle Borrizo y la calle Morera, con un patio muy bonito. La hemos podido abrir gracias a la peña Restojo, ellos montarán allí un corral, juegos tradicionales y una pequeña tasca. Nosotros además de colaborar con ellos, ambientaremos la casa, venderemos nuestros libros y también queremos organizar una pequeña exposición sobre la historia de la casa y de la familia Bosque, haciendo especial mención a Rafael Bosque, para que los caspolinos puedan conocer a uno de nuestros vecinos más ilustres en la que fue su casa. Creemos que puede ser muy interesante para la gente.

¿Ha habido algún proyecto fallido, algo que no hayáis conseguido sacar adelante? Pues sí. A primeros del 2011 intentamos crear una Comisión Local para la preparación desde Caspe del Sexto Centenario, sobre todo viendo que el funcionamiento de la de Zaragoza dejaba mucho que desear. Convocamos a todas las asociaciones y al público en general, pero pocos nos siguieron y tampoco el Ayuntamiento lo respaldó. Solo salieron algunas propuestas, pero la mayoría sin gente detrás que se comprometiera firmemente a llevarlas a cabo, y nosotros no podíamos asumirlas todas ni ir más detrás de la gente. Así que nos limitamos a ir haciendo a nuestra marcha en la medida de nuestras posibilidades. Creo que la gente si no está metida del todo en el tema no acaba de arrancar. Ha habido momento en los que nos hemos visto un poco solos, siempre palabras amigas de apoyo pero pocas manos para trabajar de verdad.

A primeros de este año volvimos a intentarlo proponiendo en una de las reuniones (ya convocadas por el ayuntamiento) la creación de un cuerpo de voluntarios. Pero tampoco pareció interesarle a nadie, ni siquiera el ayuntamiento lo veía claro. Propusimos por ejemplo, pintar tapias y fachadas en mal estado del casco antiguo. Solo los vecinos de la Fireta se han comprometido en este sentido, porque también lo creyeron importante. Así que hemos acabado nosotros solos seleccionando unas pocas y pintándonoslas nosotros mismos con alguna ayuda, después de las correspondientes cartas a los propietarios, petición de licencias…

Perdona, ¿Licencias? Sí, bueno… (sonrisa, encogimiento de hombros)

Sigue, sigue… También hemos organizado rutas teatralizadas y en idiomas para los días del Compromiso, junto con recreacionistas, coordinadora de cofradías y otros voluntarios.

Hablas, pues, de logros y decepciones, de metas conseguidas y de otras que se han convertido en pequeños fracasos. A pesar del entusiasmo que podáis desplegar desde la Asociación, lo cierto es que siempre acabareis chocando con la realidad, es decir con la falta de implicación de buena parte de la sociedad en cualquier proyecto colectivo, ¿Crees que la celebración del Sexto Centenario ha servido para cambiar las cosas en este sentido? ¿Ha respondido la gente ante ese reclamo? Sí y no. Por un lado sí que creo que ha generado un sentimiento de unidad, de pensar en común, de sentirse orgulloso de ser de Caspe. Por otro lado, está también claro que es la gente la que, después, tiene que obrar en consecuencia y estar a la altura de la situación. Cada uno sabe en qué medida se puede involucrar, aunque algunos siempre prefieren verlo desde la barrera, y también es respetable… Veremos, cuando termine, cual es el balance.

¿No crees que se han depositado demasiadas esperanzas en esta celebración? ¿No tienes la sensación de que, sea cual sea el balance, es imposible colmar las aspiraciones de la gente ante algo así? Creo que el acontecimiento realmente merece que se aspire a lo máximo posible. De momento, creo que se ha conseguido que la gente se reconozca como caspolina y se sienta orgullosa de ello.

¿Y no te parece que, precisamente, ese es uno de los problemas? Me refiero al orgullo, al excesivo valor que damos a determinadas cosas. ¿No crees que deberíamos mirar más hacia adelante y menos hacia atrás o hacerlo, al menos, de otra manera? Creo que es justo que lo valoremos, porque realmente fue un acontecimiento importante para la historia de nuestro país, y más que tuviera lugar en una población tan pequeña como la nuestra. Además en aquellos momentos que se evitara una guerra también es de destacar, a pesar de las artimañas que se usaran para ello. ¿Qué tiene de malo que reconozcamos el mérito de nuestros antepasados y lo acontecido en nuestra población? Y si además sabemos aprovechar la ocasión, darnos a conocer y general actividad económica, mejor que mejor. Desde la Asociación hemos hecho lo posible para que así sea. Los empresarios, comerciantes y vecinos en general son los que tendrán luego en su mano sacarle o no partido.

¿No crees que el Compromiso ha adquirido una dimensión casi mitológica en la mentalidad de la gente de Caspe, que es visto como una especie de talismán que todo lo puede? Lo que es evidente que todos esperábamos que supusiera un lanzamiento de nuestra ciudad que repercutiera a nivel turístico. Y para esto, que la ciudad estuviera preparada, que se hubieran hecho todo tipo de mejoras del entorno, urbanísticas, en los edificios más representativos, adecentamiento del casco antiguo… Si solo se consiguiera eso, ya sería positivo.

¿Y no es eso pedir demasiado? Puede ser pero nosotros lo que hemos intentado es ponerlo “a huevo” para que sean otros los que aprovechen la coyuntura. Me refiero a políticos, empresarios… Nosotros, como Asociación, no podemos cambiar las cosas, nos conformamos con poner las condiciones para que otros se pongan las pilas y aprovechen la situación.

¿Con la situación que atraviesa el país, especialmente en estos últimos meses, no tienes un cierto remordimiento de conciencia pensando en la cantidad de dinero que se va a gastar en algo cuya utilidad social es, cuando menos, cuestionable? ¿No crees que tiene un punto de, si me lo permites, inmoralidad? Sí. Estoy totalmente de acuerdo con lo que apuntas. Desde luego me planteé que si ese dinero pudiera gastarse en temas sociales estaría de acuerdo en pararlo todo. Lo que ocurre es que, si no se gasta en el castillo, la D.G.A. lo gastará en otro lugar, pero no en temas sociales sino en temas patrimoniales porque ese dinero ya se ha consignado para ese destino. Así que para eso, la verdad, mejor gastarlo en Caspe.

En esta empresa habéis tenido que lidiar necesariamente con los políticos. Sí claro.

¿Ha sido satisfactoria la experiencia? Bueno…creo que nosotros llevamos muchos años reivindicando el Sexto Centenario y hemos previsto las cosas con más antelación que los políticos. Las elecciones municipales y el cambio de Gobierno en la D.G.A., por ejemplo, perjudicaron mucho y eso supuso un parón importante en este proyecto. Digamos que hasta noviembre de 2011 todo estuvo parado y se ha perdido un tiempo precioso. Puedo decir que, en ese sentido, no se ha conseguido todo lo que se pretendía, que, de alguna forma, se ha dejado perder la ocasión y que hay cosas que se hubieran podido hacer mucho mejor. Sobre todo si se hubiera iniciado todo con fuerza en su momento, cuando la crisis todavía no era tan pronunciada.

¿Por ejemplo? Todo lo relativo a la promoción, en la que tanto hemos insistido desde un principio. También el tema de la web, que se ha hecho tarde y ha costado un dineral. Nosotros, a coste cero, tenemos una web funcionando hace tiempo con un montón de contenidos actualizados.

Hablábamos de política, ¿no crees que vuestra Asociación, quizá de forma involuntaria, para mucha gente tiene un matiz político claro y que eso le puede haber restado arraigo, eficacia? Esperamos que no. En general hemos intentado mantenernos totalmente al margen de, por lo menos, ideologías, aunque evidentemente en el momento en que intentamos hacer cosas por el pueblo de alguna manera estamos haciendo política, pero de otra forma alternativa. Aunque por eso, es evidente que es necesario relacionarse con los políticos, y puede darse el caso que en determinadas ocasiones simplemente nosotros hemos creído que las cosas se podían haber hecho de otra manera, y eso en ocasiones ha podido traernos problemas.

Curiosa estrategia si lo que se pretendía era precisamente involucrar a las fuerzas políticas en la defensa de vuestro proyecto. Creo que con los años hemos aprendido que por lo general se consigue más bien poco generando controversia y dando la sensación de estar enfrentados a los políticos. No tiene ningún sentido. El interés es mutuo y debemos entendernos si queremos que las cosas salgan adelante.

¿Crees que lo has conseguido? En general sí aunque nunca nadie está del todo contento. En la Asociación me dicen que soy demasiado floja y algunos políticos me dicen lo contrario. En fin…

Con toda la experiencia que estás adquiriendo en el cargo, supongo que no te habrán faltado proposiciones deshonestas para que des el paso y te integres en algún partido. Vistos los problemas que estos tienen a la hora de elaborar sus listas, alguien como tú es una perita en dulce. Por otro lado entrar en política sería lo coherente en alguien que dedica tantos esfuerzos a causas colectivas. La verdad es que sí que me lo han ofrecido alguna vez.

¿Y?  Que entiendo que la política es necesaria, pero hace falta valer para enfrentarse a según que situaciones en las que me gustaría ver. Me interesan más las relaciones personales que esa generalidad que conlleva la política. No me gusta llevarme mal con nadie y en la política surgen demasiados enfrentamientos. Además se pueden hacer muchas cosas por tu ciudad y por los demás de otras maneras, como creo que hemos demostrado.

¿Crees, por último, que la Asociación es una institución bien valorada por el resto de los caspolinos? Yo creo que en general sí, aunque habrá de todo. El tema del castillo generó mucha controversia y había quien estaba de acuerdo y quien no con nuestro modo de actuar al respecto. Creo que nos hemos esforzado mucho y hemos hecho todo lo que hemos podido con la mejor intención, espero que sea eso lo que quede.

Terminaremos con un clásico. Peli, libro y disco. Peli… Últimamente no estoy muy puesta en cine, la última que vi fue Sherlock Holmes y estuvo entretenida. Libro… recomiendo un libro de pensamiento: “Un nuevo mundo, ahora” de Eckhart Tolle. Disco. El último de Beirut, está muy bien.

 Jesús Cirac

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