¿Qué motivos habría para que alguien se presente donde no está empadronado?
Vaya por delante que lo que van a leer no es un ataque a ningún partido político en concreto. Sino a todos en general, ya que el caso que nos atañe sucede con uno de ellos, pero no ha mucho lo hizo el contrario.
Les presentaré en pinceladas la vida en Fabara:
Fabara es una villa situada a 130 kilómetros de Zaragoza, formada por aproximadamente unos 1100 habitantes.
Las elecciones aquí son como en muchas villas: se presentan dos candidaturas y se elige entre ambas. Se elige entre el vecino de la calle de arriba o el vecino de la calle de abajo. Sé que es simple, pero es así de simple. En alguna ocasión, que no nos atañe ahora, puede haber más de dos candidaturas.
El único acto electoral, como ya relatamos en el Agitador en una ocasión, consiste en un debate entre los candidatos a la alcaldía que se celebra en el cine. Se suele celebrar el viernes a mitad de campaña y ahí se exponen las ideas de cada cual. No se hace nada más. El debate sirve para conocerlo todo. Tiene una buena afluencia, amén de su seguimiento por radio. El
debate, todo hay que decirlo, está organizado por la radio, y no por los partidos.
Este año, como es costumbre, se presentan el partido popular y el partido socialista, así que lo primero que hace uno es observar las listas, para ver quién va en cada cual y en qué puesto. En las villas somos así.
En el partido socialista hay pocas novedades. Una mínima renovación que habla de la implicación política actual en los pueblos.
En el partido popular hay unas cuantas novedades. Todas en realidad. La lista está formada por nueve candidatos (sin suplentes, lo que nos indica la dificultad para completar listas en las villas) desconocidos por el abajo firmante y casi todos los habitantes de Fabara.
Entiendo que todos ustedes ya se han dado cuenta que esto es lo que se conoce por ahí como una lista fantasma, que por fin ha llegado a Fabara de la mano del partido popular (hace un tiempo la presentó en Nonaspe el partido socialista, así que nadie se atreva a lanzar la primera piedra) El estupor que causa de primeras este hecho, se ha transformado para mí en alegría.Entiendo que hay un carácter altruista en esta lista, una clara vocación política de compromiso con la villa. Así que espero este año el debate habitual del cine para escuchar sus propuestas de mejora para el pueblo. Tendremos en el debate la oportunidad de conocerlos e imaginar cuanto progreso nos espera. Industria, turismo, deportes, agricultura, urbanismo. Una nueva visión se expondrá ante nosotros.
Calculando que entre tres y seis candidatos podrían acabar siendo concejales, cuando por fin los conozcamos, sabremos quienes serán los siguientes moradores. Porque entiendo que la implicación de un candidato es tal con la villa por la que se presenta, que esos concejales y sus familias se trasladarán a Fabara. Se trasladarán, digo, porque es inviable meterse todos los días 260 kms entre pecho y espalda para cumplir un par de horicas con su obligación. Tan inviable como cobrar/pagar esas dietas. Supongo que ya están empadronados porque ¿qué motivos habría para que alguien se presente donde no está empadronado, donde no puede votarse a sí mismo? ¿permitiría la ley aprobada por el ciudadano de a pie esa posibilidad? No, sin duda. Parece lógico pensar que ya están empadronados.
Se trasladarán aquí, iba diciendo, y todo será progreso. Será así como luchan contra la despoblación los grandes partidos. Trasladarán aquí sus oficios. Ojalá alguno de ellos tenga una pequeña empresa que nos amplie la oferta de trabajo. Y si alguno de ellos o ellas está en el paro, no hay problema, podrá ser agricultor o agricultora y así por fin dejaremos de tener tierras yermas. Ese será nuestro concejal de caminos. O concejala.
Tendremos entre 3 y 6 familias nuevas en el pueblo. Unos cuantos niños en el colegio. Quizá alguno esté en edad de guardería. Y la comisión de fiestas (en la que alguno entrará, no me queda duda) venderá un puñado mas de bonos. Bonos de fiestas. Ya saben los candidatos lo que es eso.
Imagino todo esto y más que no les cuente porque sería cansino. Imagino todos estos parabienes. Porque no puedo imaginar que el objetivo de la lista presentada sea distinta a intentar ganar. Intentar ser alcalde y concejales de esta su villa, Fabara.
No puede ser que se presenten sin conocer el pueblo, por ambición política en cuanto a la comarca, o al diputado provincial de la circunscripción de Caspe. No puede ser que se presenten para arañar unos miserables votos con algún oscuro objetivo ajeno a esta su villa, Fabara. Son candidatos políticos. Son, por tanto, honestos. No pueden decir lo contrario.
Saben que ser concejal conlleva unas responsabilidades con el votante. No pueden presentarse y luego no implicarse. Yo, humilde ciudadano de a pie, al menos así lo entiendo.
Este año el recuento va a ser mas interesante que nunca en Fabara. En Nonaspe, en el caso que les he comentado antes, en una lista ¿fantasma? con 10 candidatos, se obtuvieron 12 votos.
Daniel Baquer