La lista de fallecidos en Caspe durante el mes de marzo de 1938 es demasiado larga. Unos cayeron a causa de los bombardeos. Otros, la mayoría, murieron por «heridas de guerra». Algunos fallecimientos, mucho tiempo después, siguen siendo un misterio.
Casi al final del cementerio, cerca de la tapia, recientemente descubrimos dos enterramientos que permanecen como recuerdos directos de la aquellos días. Calixto Albareda y Manuela Serrano descansan desde hace ahora 75 años uno delante del otro, con sus lápidas apuntando hacia el Este, sin que podamos precisar a ciencia cierta cuáles fueron las circunstancias de su muerte, si bien la fecha de ambos óbitos, el 17 de marzo de 1938, coincide con el día en el que las tropas «nacionales» ocuparon la ciudad de Caspe.
Lo extraño es que ambos finados no constan en su lugar correspondiente en el Registro de defunciones del Juzgado. Marzo, abril, mayo, junio, julio no contienen sus nombres. Quizá sus familiares tuvieron que huir apresuradamente y no tuvieron tiempo de registrarlos. Quizá lo hicieron mucho tiempo después. Quién sabe.