El Guadalope y los viejos refranes. Antes se pilla a un sectario que a un cojo.

El pasado 31 de mayo, el blog local El Guadalope publicaba un post con el título » Nosotros a lo nuestro: informar» en el que, claramente, pero sin nombrarnos en ningún momento, se refería a EL AGITADOR y a la tarea por él desarrollada. Nos parece bien que nuestros colegas se refieran a nosotros con la misma libertad con la que nosotros nos referimos a ellos. En eso no tenemos nada que decir. Sin embargo en el referido post percibimos un tono agrio que nos llevó a la reflexión. No solo nos llamó la atención una velada amenaza de emprender acciones legales contra nosotros, lo cual nos parecería, como mínimo, excesivo y desproporcionado,sino que, además, nos parecía que Luis Ignacio Tapia Catalán  (él era quien lo firmaba) nos acusaba, repito que sin nombrarnos, de practicar algo parecido a una persecución hacia su trabajo.

Comoquiera que, desde siempre, hemos respetado el trabajo de nuestro colega Luis Ignacio Tapia Catalán, los miembros del consejo de redacción de EL AGITADOR decidimos que lo mas adecuado era enviarle un mensaje con el que dejar clara nuestra postura en relación a él y a su trabajo. Nos animó a ello una frase que campeaba en su post como una máxima de El Guadalope: » El Guadalope no ha cerrado a nadie la puerta, a nadie ha negado su voz y a todos respeta».  En ningún momento se nos ocurrió que Luis Ignacio Tapia Catalán recibiera nuestro menaje con frialdad ni, mucho menos, que se negara a aceptarlo. En esa creencia, procedimos a enviarlo el día 4 de junio a las 12,17 horas. Los días siguientes estuvimos atentos para verlo colgado y así entender que Luis Ignacio Tapia Catalán había recogido el guante que, tan bien intencionadamente, le habíamos arrojado y que la paz, en el caso de que alguna vez hubiera habido alguna guerra, estaba definitivamente sellada.

Lo cierto es que estamos a 17 de junio y el comentario todavía flota en el hiperespacio pendiente de «moderación». Han pasado trece días y Luis Ignacio Tapia Catalán no ha querido aceptar nuestro comentario. Ello solo demuestra que El Guadalope SÍ cierra la puerta a lo que no le gusta, que El Guadalope SÍ niega su voz a quienes no dicen lo que a Luis Ignacio Tapia Catalán interesa y que El Guadalope NO  a todos respeta, solo a los de su cuerda.

Tristemente, nos vemos en la obligación de publicar hoy esta oscura historia porque seguimos apostando por la limpieza y la honestidad y creemos que solo las cartas boca arriba sobre la mesa ayudarán a conseguirlas. Nosotros no aceptamos comentarios en nuestro blog por diversas razones y creemos que los que sí los aceptan deberían ser más rigurosos. Los blogs, el periodismo aficionado, son cosas muy divertidas y muy necesarias pero exigen un rigor y una responsabilidad que, lamentablemente, no encontramos en la tarea diaria de nuestro compañero Luis Ignacio Tapia Catalán. Esperemos que esto sirva para normalizar la situación de los medios locales caspolinos y para evitar una crispación que solo perturba la necesaria paz social.

EL AGITADOR BAJOARAGONÉS

Reproducimos, por su interés, tanto el link del post de El Guadalope, como el comentario que le enviamos,como el justificante de habérselo enviado.

LINK DEL POST PUBLICADO EN EL GUADALOPE CON EL TITULO «NOSOTROS A LO NUESTRO: INFORMAR»

http://elguadalope.es/2013/05/31/nosotros-a-lo-nuestro-informar/#more-51568

 

 COMENTARIO ENVIADO A EL GUADALOPE EL DIA 4 DE JUNIO

Estimado Luis Ignacio:

No hace falta ser un lince para darse cuenta de que te refieres a nosotros cuando empiezas tu post de fecha 31 de mayo titulado “Nosotros a lo nuestro: “informar”” con estas palabras: “La aparición en algún blog, grupo o perfiles caspolinos de frases reiteradas de dudosa catadura moral contra El Guadalope y Luis Ignacio Tapia Catalán…”. Es lógico que quieras explicarte en relación a los comentarios que, desde El Agitador, hemos vertido en varios posts acerca de la publicación que diriges. Estando de acuerdo contigo en eso, hay, no obstante, algunas cosas que nos gustaría comentar en relación a lo que dices, o a como lo dices, en el post referido para evitar que se nos tome por lo que no somos.

Lo primero es en relación al uso de “nicks” o “seudónimos”. Claro que leemos medios digitales, ¿quién no? Por leer leemos, o hemos leído, incluso a muchos de esos escritores que Manuela (¿López? ¿García? ¿Menéndez?…) refiere en una larga lista de autores que eligieron ocultar su nombre auténtico tras un alias literario. Pero, hombre, estaremos de acuerdo en que no es lo mismo dejar un comentario anónimo en “El Mundo” “ABC” o “El País” en relación a la LOMCE, la guerra de Siria o los mangoneos de la Troika que permitir según qué cosas en un medio eminentemente local en el que se tratan temas locales y se afecta a vecinos perfectamente identificables en el ámbito local. Estaremos de acuerdo en que no es lo mismo escribir “El banquero anarquista”, “Nostromo” o “Una pequeña ciudad en Alemania (seguro que Manuela también los ha leído y sabe a quién nos estamos refiriendo en cada caso) que permitir que personas sin identificar se dediquen a linchar públicamente a un vecino afectado por una enfermedad muy grave o a un trabajador asalariado por cuenta ajena que vive a pocas calles de nuestra propia casa.

Hablas de libertad, un valor que también nosotros compartimos porque, a causa de nuestra edad, no hemos conocido otra cosa. También en esto estamos de acuerdo contigo. En lo que tenemos que disentir es en una afirmación que haces casi al final del post. Dices textualmente que “El Guadalope no ha cerrado a nadie la puerta, a nadie ha negado su voz y a todos respeta” y en eso, lo sentimos Luis Ignacio, no podemos estar de acuerdo. ¿Qué por qué? Pues porque, como han hecho muchos otros, en varias ocasiones hemos enviado mensajes al Guadalope, por supuesto utilizando un alias, y no han sido publicados. Bueno, algunos sí. Hay que explicarse: varias veces hemos entrado en tu juego. Primero hemos enviado un mensaje y después otro. Ambos opuestos. No has publicado los dos. Tampoco has dejado de publicar los dos. Has hecho algo mucho peor: has publicado uno y no has publicado el otro. Pusimos en práctica este experimento, por ejemplo, cuando, hace cosa de un par de meses o tres, surgió en uno de los posts del Guadalope un reguero de comentarios dejados por anónimos lectores en los que nos tachaban de intelectualoides, pedantes, sociatas, “untados” y otras lindezas. Leímos los comentarios, nos reímos un rato con ellos y pensamos que sería buena idea participar. Enviamos dos mensajes casi consecutivamente pero solo publicaste uno de ellos ¿Cuál fue? ¿El que nos insultaba o el que nos ensalzaba? Conoces perfectamente la respuesta.

No puedes, Luis Ignacio, defenderte invocando, una vez sí y otra también, a la libertad de expresión porque lo cierto es que no autorizas todos los comentarios que se te envían. Ejerces una criba. Algunos sí y otros no. A nosotros eso nos parece bien. Para eso eres el propietario del blog. Puedes hacer lo que quieras. Pero, claro, si optas por aplicar un criterio para decidir qué comentarios aceptas y cuales no aceptas, lo que no puedes hacer luego es ni decir que “no has cerrado la puerta a nadie”, ni quejarte porque alguien, en este caso nosotros, lo digamos alto y claro. Resumiendo: tú eres quien decide la orientación de los comentarios que publicas en El Guadalope y, en consecuencia, tú eres el responsable de lo que se publica en tu medio. Y eso es lo que nosotros te criticamos. No criticamos ni tu ideología, ni tus simpatías, ni tu línea editorial. Lo que criticamos es que fomentes con tu criterio de admisión o no admisión de comentarios un tono bronco y agresivo que solo sirve para atizar más los fuegos que, desde hace ya demasiado tiempo, encabronan a nuestro pueblo porque creemos que, con ello, no sale beneficiada ni la libertad de  expresión, ni la convivencia ciudadana, ni tú mismo. No tenemos nada que decir acerca de la orientación de los contenidos que cuelgas en tu blog, eso es cosa tuya, pero nos oponemos a que, con tu connivencia, ciudadanos anónimos se comporten como vulgares matones digitales.

Eso es todo, Luis Ignacio. Creemos haber dejado claro en múltiples ocasiones que no tenemos nada contra ti ni contra el medio que diriges. Fuiste la primera persona a la que nos dirigimos, hace ya año y medio, para inaugurar nuestra sección de entrevistas (te negaste repetidas veces y respetamos tu decisión aunque hay que decir que eres el único que lo ha hecho) y, si te fijas bien, verás que en nuestra página hemos incluido el link del Guadalope, para que aquellos de nuestros lectores que se animen puedan visitar tu página. Esperamos haber dejado clara nuestra postura que en nada coincide con esa intención que nos atribuyes de pretender “acallar su voz y su mensaje”. Te deseamos lo mejor y esperamos, sinceramente, que reconsideres tu postura y ejerzas tu responsabilidad con moderación y cordura.

 El Agitador Bajoaragonés

JUSTIFICANTE DEL ENVÍO DEL MENSAJE A  EL GUADALOPE 

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