No es ninguna novedad que existen grupos, o discos, mejor dicho, de los que solo se puede rescatar una canción. Existen muchos ejemplos. Grupos de los que únicamente recordamos esa canción y somos incapaces de decir si grabaron más trabajos o no, como Los Fresones Rebeldes. E incluso formaciones que, contra todo pronóstico, fueron capaces de sobrevivir al hecho de que de su primer disco el público solo corease un tema y saliesen adelante con éxitos posteriores, como Pereza.
«Peores cosas pasan en el mar» es el nuevo disco de The Secret Society y se caracteriza por el hecho de que una sola de sus canciones merece la pena. Y reconozco que tal vez soy generoso. Sorprende el hecho de que esta sea su tercer disco. Supongo que será culpa de la democratización de la música. Cualquiera puede acceder a una grabación. Incluso a una segunda. ¿Por qué no una tercera?
«Las pistas falsas conducen al desamor» es la canción que me trajo hasta esta formación que además carece de continuidad en sus miembros, aunque eso, desde luego, es lo de menos.
El tema está marcado por un ritmillo simplón pero efectivo que te obliga a escucharla automáticamente, dejando lo que estés haciendo. Y la letra acompaña y alimenta la curiosidad. Y necesitas volver a oírla y memorizar los «versos», que vistos desde fuera, alejado de la escena de la canción, pueden provocar náuseas. Eso ya lo dejo a cada cual.
Así que te dices: quiero más. E investigas y escuchas el resto del disco y no te llega nada. Y le das una nueva oportunidad a cada canción y siempre vuelves a escuchar la misma, las pistas falsas. Escuchas cualquier otra canción, y cuando has llegado al final, ya has olvidado el principio. Mal síntoma. Canciones musicalmente planas, sin nada, absolutamente nada, que ofrecer.
Y te preguntas como es posible que hayan llegado a su tercer disco. Y lo peor no es eso, sino que llegarán al siguiente.
En fin. Así es «Peores cosas pasan en el mar» Y uno reflexiona y se dice: pasarán peores cosas, pero musicalmente no, seguro. Los peces hacen mejor música.
Petu Nio