Hace años fui a un concierto de Juan Perro en el Teatro Principal y como siempre que he tenido oportunidad de verlo salí con un buen sabor de boca, pero recuerdo en especial ese concierto por una sencilla razón, la corista que eligió Juan Perro para esa gira. No recuerdo su nombre y podría describir vagamente su imagen, pero no podré olvidar que tenía una voz increíble y que en muchos momentos me puso los pelos de punta. Esa chica hizo de un gran concierto algo memorable.
Y de esto trata “A 20 pasos de la fama”, de esos cantantes que quedan en segundo plano, 20 pasos detrás del cantante principal, pero que se encargan de armonizar vocalmente la melodía de éste y sin los cuales la canción no sería la misma. ¿Qué sería de “Walk on the wild side” si el doo, da-doo, da-doo, doo doo doo doo … no lo cantaran las “colored girls”, tal y como dice Lou Reed?
Trailer
El documental, ganador de un Oscar, y dirigido por Morgan Neville, es un homenaje a las coristas, desconocidas para todos pero reconocidas por los cantantes a los que acompañan. Por eso Neville utiliza no sólo un gran e interesante archivo documental donde podemos ver grabaciones antiguas y actuaciones como las de Joe Cocker o David Bowie con sus coristas cantando “Young americans”, o ensayos de Sting, sino también un considerable número de entrevistas actuales a estrellas de la música como Bruce Springsteen, Mick Jagger o Steve Wonder entre otros, alabando a estas chicas y opinando sobre las razones de que estas no hayan llegado a ser solistas.
Y es en este punto donde el documental aporta un lado más oscuro y, quizás por ello, no acaba de profundizar. A la hora de hablar sobre las razones de que estás grandes voces no llegarán a dar esos 20 pasos y alcanzaran la fama, en mi opinión, le falta intensidad. Hay algunas referencias a la raza, la complicada industria de la música, el ego de los solistas, etc. pero prefiere quedarse en el lado festivo, en la generosidad de estas coristas que dicen estar felices por dedicarse a lo que hacen y que lo único que quieren es cantar y sentir la música.
Darlene Love, Merry Clayton, Claudia Lennear, Tata Vega o Lisa Fischer, entre otros, personas desconocidas para la gran mayoría, voces inmensas llenas de soul, muchas de ellas provenientes del gospel, nos van narrando a lo largo del documental sus experiencias con los diferentes solistas con los que han colaborado, muchos de ellos, por qué no decirlo, con voces bastante menos potentes. Nos cuentan sus aspiraciones, sus sacrificios, su participación en algunas de las canciones más importantes de la historia de la música, y con esto el documental pasa a hacer un recorrido por la evolución de los coros en las canciones durante el siglo 20.
En definitiva, este documental es una obra en la que se habla del trabajo bien hecho y de como a veces el talento no va unido al triunfo. Sobre todo eso es lo que vais a encontrar, talento, mucho talento, voces maravillosas que nos han acompañado en muchos momentos de nuestras vidas, las que cantan los estribillos que la mayoría de la gente suele tatarear, y música, buena música, por eso es obligatorio para todo aquel que tenga un mínimo interés musical, igual que la banda sonora que recoge alguna de las canciones del documental y, sobre todo, las grandes voces de las que trata.
Antes de ver este documental, no sabía quienes eran Darlene Love, Merry Clayton, Claudia Lennear, Tata Vega o Lisa Fischer, pero después de verlo, os aseguro que me acordaré de Merry cada vez que escuche Gimme Shelter. Ha sido un placer redescubrir viejas canciones escuchándolas poniendo atención a otra parte, a la que cantan esas chicas que para mí desde ahora ya no son coristas, son cantantes con todas las letras.
Gimme Shelter
Eva Larrosa
