Tres tramas independientes a la vez que relacionadas. Sencillas pero capaces de engatusarnos sin necesidad de guarniciones demasiado enrevesadas.
After Dark es otra pequeña obra maestra de este monstruo del país en el que se acaba el Este. De lenguaje ágil y sin florituras aunque manejado con maestría, el libro consigue atrapar al lector sin grandes triquiñuelas ni atajos en las primeras páginas.
La historia se desarrolla en una sola noche, sin pausas, con un ritmo preciso, que te atrae sin resultar frenético. El misterio que da cuerpo a la novela está muy bien pergeñado, la verdad. Pero no todo se basa en él. Murakami nos introduce en unos hechos no demasiado desacostumbrados. Historias no demasiado insólitas que podrían pasarle a cualquiera en la noche de cualquier gran ciudad; aunque claro, hay que saberlas contar como él lo hace.
El único pero es que, para mi gusto, el libro se acaba demasiado pronto. Me quedé con las ganas de permanecer un poquito más al lado de los personajes. En fin, que ha sido todo un lujo poder leer (hace muchos años que no hacía esto) un libro del tirón. Y por si fuera poco, la elección fue muy acertada. Esto sí que ha sido un lujo asiático.
Amadeo Barceló.