El 17 de marzo de 1943 La Vanguardia publicaba:
«La Policía ha detenido a los componentes de una peligrosa banda de atracadores. Los malhechores actuaban en esta ciudad [Barcelona], de acuerdo con otra banda que maniobraba en Alcañiz, que también ha sido detenida».
Benito Sautes Martín y Bernabé Argüelles Depaz, cabecilla de la misma, formaban parte de un grupo de atracadores del Bajo Aragón hasta que decidieron abandonar el monte de Alcañiz dirigiéndose a Barcelona. Un caso con varios giros inesperados porque, por un lado, Argüelles, al ser detenido, aseguro que «cumplía una misión encomendada por la masonería», por otro, parece probaba la relación de varios de los componentes de la banda con el anarquismo clandestino de la época.
En la madrugada del 29 de marzo de 1943, Florencio Fuentes, conocido como «El verdugo de Valladolid», aplicó la fatídica sentencia a ocho de los detenidos, entre ellos los dos que habían formado parte del grupo delictivo del Bajo Aragón.
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