Mucho antes de que el antiguo cauce del Guadalpe se convirtiera en el parque Entre Puentes, siglos antes de la construcción del puente del ferocarril de la línea Zaragoza-Barcelona, se levantaron muy cerca del lugar los muros de una finca que perteneció al convento de los frailes sanjuanistas caspolinos. Todavía hoy una puerta desvencijada, los restos del muro de cierre de la finca, y una cruz tallada junto a la entrada, delatan que esa zona también formaba parte de la finca hospitalaria en siglos pasados. Bajo el puente, los caminantes que transitan la zona se encuentran, quizá sin saberlo, ante la puerta ¿trasera? de una propiedad que perteneció al principal poder de la villa durante siglos.
Hasta mediados del siglo XIX fue propiedad de la Orden de San Juan del Hospital de Jerusalén Rodas y Malta, concretamente, de los monjes conventuales instalados en el convento anexo a la Iglesia Santa María la Mayor y el Castillo del Compromiso. El convento (más bien las ruinas del mismo), sucumbió definitivamente en los años 20 del siglo pasado, cuando, en el solar que ocupaba, fue construido el Grupo Escolar (Colegio Compromiso).
Los monjes sanjuanistas se establecieron en Caspe a partir de 1394, cuando Juan Fernández de Heredia compró el antiguo palacio de la familia Sesé para establecer sobre el lugar un cenobio de la orden. Se inauguraba el doble poder sanjuanista en la villa: castillo y sus posesiones, y convento que contaba, al menos, con el ostentoso huerto. Durante la Edad Moderna, quizá la época con mayor presencia de frailes (de hecho, a finales del siglo XVI más de la mitad del clero pertenecía a órdenes religiosas), el huerto era el lugar de recreo de los mismos que contaba con varias hectáreas de extensión; todavía hoy se conservan algunas de sus edificaciones como el acueducto, la torre principal, la caseta de piedra que alojaba una noria de gran tamaño, y varios tramos del muro que cerraba el conjunto.
