La pieza pétrea que vemos en la fotografía (fue tomada durante las obras de restauración del Castillo del Compromiso), se encuentra en la fachada en el tejado de la fachada este de la iglesia de Santa María, y como puede apreciarse a simple vista se presenta ante nosotros ampliamente restaurada.
El origen de las gárgolas se remonta al siglo XII, y su nombre se debe a una leyenda muy anterior, la del mounstruo llamado Gargouille de aliento pestilente que emitía chorros de agua por su boca.