Hoy nuestra sección se adentra en los procelosos territorios de lo mistérico, lo esotérico, lo inexplicado. Y es que, casi tres años después de su fundación, nuestro querido AGITADOR asiste, atónito, a la clonación espontanea de algunas de sus secciones más exitosas. Dichas secciones parecen adquirir vida propia y, como las clásicas caras de Bélmez, se manifiestan de forma misteriosa en otros sitios del vecindario virtual sin que nosotros podamos hacer nada por evitarlo.
El escalofriante caso que hoy les ofrecemos atañe a nuestra sección “Caspe Desconocido y Oculto” que, como bien saben nuestros lectores, lleva ya años ofreciéndoles visiones de un Caspe poco frecuentado por las miradas convencionales. Un Caspe a veces olvidado y otras veces bizarro y algo friqui pero que, sin ninguna duda, también existe y del que nos encanta hablarles cada semana.
Pues bien, ese Caspe Desconocido y Oculto, para nosotros un hijo deseado y querido, ha mutado ante nuestros propios ojos convirtiéndose en una criatura con nombre impostado, inspiración falangista e idénticas pretensiones. Hace unos días el blog de la Asociación de Amigos del Castillo del Compromiso presentaba en sociedad su nueva sección “Caspe Insólito”, sección que, según las propias palabras del redactor, tomaba su nombre de otra aparecida anualmente en Amanecer, desaparecido periódico falangista, portavoz oficial del Movimiento. En esa su primera entrega, se mostraban las fotografías de unas extrañas marcas aparecidas en un viejo inmueble caspolino, ¿les suena?
Imaginen, por favor, el dolor de esos padres que ven a su hijo amado convertirse en una criatura extraña. Ellos siguen amándolo, porque es suyo, porque lo concibieron con amor, pero también saben que ya no es el hijo al que tanto quisieron. Les invade el orgullo al comprobar que las virtudes de su hijo también son admiradas por otros pero, irremediablemente, sienten que alguien, en algún sitio, les está arrebatando algo. Así es como nos sentimos nosotros ante esta misteriosa clonación de nuestra amada sección.
Afortunadamente existe el humor. A un hijo también hay que alimentarlo con risas. Aunque un día se te presente en casa con camisa azul y pintarrajeado como una mona.
