En el corazón de uno de nuestros barrios más castizos la reforma de una vivienda ha permitido el descubrimiento de un conjunto escultórico que podría confirmar la siempre comentada, pero nunca hasta ahora probada, presencia de Walt Disney en Caspe mucho antes de iniciar su exitosa carrera como magnate de Hollywood.
De confirmarse esta teoría, estaríamos en condiciones de afirmar que Caspe, y no Kansas City o Hollywood, es la verdadera cuna de Disneylandia y que haber ubicado EuroDisney en Paris ha sido no solo un error garrafal sino un monumental agravio histórico del que los caspolinos dificilmente podremos llegar a resacirnos.
Mientras tanto, resulta cuando menos chocante enfilar la larga cuesta de la calle de los Mártires y divisar al fondo, sobre una cornisa, destacando sobre un fondo azulón, la silueta de la princesa Blancanieves y sus siete enanitos.
Algunos llaman arte bruto a esta tendencia decorativa, nosotros preferimos llamarle simplemente Disneylandia.