Estimados señores del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Caspe:
El pasado mes de enero, en nombre de Bajoaragonesa de Agitación y Propaganda, me puse en contacto con la Asociación de Amigos del Castillo comunicándoles nuestro interés en utilizar el salón del Castillo del Compromiso para llevar a cabo la presentación de un libro. Lógicamente, como no se trata de un acto organizado por ellos, me indicaron que cursáramos la petición a través del Ayuntamiento de Caspe. Hasta ahí todo bien. Esa misma semana pedimos por escrito al Ayuntamiento el uso del salón del Castillo del Compromiso para la presentación de un libro que, si todo va según lo previsto, tendrá lugar el próximo sábado cuatro de abril. Y como ustedes ya saben, nos denegaron la petición.
Lo de menos es que la persona que ha escrito el libro citado sea uno de los voluntarios que ha dedicado horas y horas de su tiempo a reivindicar la apertura del edificio y que haya ejercido como guía del mismo, de modo altruista, tanto durante el mandato de esta corporación, como durante el de la anterior. Lo de menos es que el autor haya luchado durante años por la restauración del Castillo del Compromiso. Como digo, esto es lo de menos porque aquí nadie tiene más derechos (o al menos, así debería ser). Lo de más es que el libro ha sido escrito por un caspolino, que trata sobre la Historia caspolina, y que el acto lo organiza una asociación caspolina sin ánimo de lucro. No sé a ustedes, pero a mí me parecen bastantes motivos como para ceder el uso del edificio; les recuerdo al respecto que se trata de un acto cultural y abierto a todo el mundo.
Sinceramente, su respuesta me dejó perplejo. Ustedes contestan diciendo que “desde el Ayuntamiento no se llevan a cabo presentaciones de libros en el Castillo del Compromiso y, las realizadas en dicho edificio por la Asociación del Castillo, se consideran incluidas en las actividades que deben realizarse por la Asociación, en virtud del Convenio”. Entiendo, pues, que ustedes creen que el Castillo es un lugar adecuado para celebrar una boda (lo cual no deja de ser un acto privado), pero no lo es para presentar nuestro libro. Entiendo, también, que la Asociación de Amigos del Castillo “en virtud del Convenio” puede llevar a cabo actos en el Castillo que tienen tanto que ver con Caspe como una charla sobre el Apartheid, un concierto de Jazz, o la presentación de un libro sobre republicanos en el Gulag (cosas que, por cierto, se alejan bastante de lo pactado en el citado convenio). Sin embargo, la presentación de un libro sobre Historia local y comarcal no tiene cabida.
Que nadie malinterprete lo que acabo de decir. Me parece genial que la Asociación de Amigos del Castillo pueda organizar en el salón lo que le parezca porque bastante esfuerzo les cuesta a sus miembros abrirlo todos los fines de semana. Son buenas noticias que en el Castillo del Compromiso se celebren todo tipo de actos culturales e incluso bodas porque el edificio costó mucho esfuerzo y dinero, por lo que creo que lo que debemos hacer con él es usarlo, hacerlo nuestro, de todos, darle vida, impregnar sus paredes de Historia, Cultura y por qué no, de celebración.
En el mismo escrito añaden ustedes que podemos celebrar la presentación en el salón de la Casa de Cultura, añadiendo que deberemos, según la Ordenanza 45, abonar la tasa correspondiente. Así pues, las cosas están del siguiente modo: un tipo de Sebastopol, a través de la Asociación de Amigos del Castillo, puede presentar en el salón del Castillo un libro sobre la vida sexual de los trilobites, por ejemplo, sin que, además, le cueste ni un euro. Sin embargo, nosotros tenemos que conformarnos con la Casa de Cultura y además, pagar por ella (lo de menos es la cantidad, lo de más, es el detalle).
Y qué decir del «para unos sí, pero para otros no». Qué cosa más horrorosa son las decisiones excluyentes y arbitrarias. Por si no lo recuerdan, les refresco la memoria: ustedes cedieron el salón a la Asociación Sarabastall para presentar su anuario el día 22-12-2013 y, como bien me cuentan ellos mismos, la solicitud la cursaron directamente al Ayuntamiento. Ellos sí y nosotros no. Me pregunto si negarnos el salón precisamente a nosotros tendrá algo que ver con que a menudo nos mostremos críticos a través de El Agitador con el Equipo de Gobierno y su gestión.
Solo espero que estas reflexiones les hagan reconsiderar su decisión. Vamos a editar un libro con nuestro propio dinero, sin subvenciones, sin ayudas. No queremos que nos regalen peces, solo que nos presten la caña de pescar durante un par de horas. Creo que la Historia, la divulgación y en definitiva, la Cultura, deben estar por encima de todo. Incluso de nosotros mismos. Incluso de ustedes.
Amadeo Barceló
