Permítanme ustedes que les haga partícipes de mis inquietudes hoy que me he levantado un poco futurólogo. Me he puesto a recrear lo que podrá verse y oírse en el pregón del próximo viernes y en lo que parte del público pueda pensar y opinar. El argumento mayoritario será que no se debe hacer eso en unas fiestas como estas, que si no se tiene educación ni respeto, que no debe politizarse la fiesta, etc.
Bien. Libertad de opinión y de pensamiento. Totalmente de acuerdo. Pero me gustaría continuar con la reflexión, sobre todo con lo de politizar la fiesta. A mi modo de ver los que primero politizan la fiesta son los mismos políticos (supongo que por motivos de selección natural para perpetuar la especie), desde el momento que ignoran la cultura, el deporte, los personajes nacidos o vinculados a Caspe etc. y nos traen como pregonero a un político distinguido por sus actuaciones intransigentes con colectivos tan cercanos a la ciudadanía como Marea Verde que defiende la calidad de vida de las personas en su infancia, adolescencia y juventud en lo que al aprendizaje y formación se refiere.
Mi punto de vista es diferente. Creo que los y las que participemos en ese pregón con respeto y tolerancia pero manifestando nuestro desacuerdo, se nos tiene que ver como gente con un doble compromiso: por un lado el respeto a la tradición caspolina con esta fiesta y por otro la defensa de unos derechos y deberes que nos están recortando con argumentos falaces que algunos no creemos en absoluto porque solo benefician a sectores que no necesitan más beneficios (qué contradicción).
Por último me gustaría recordar a las fuerzas de seguridad en general, a las del nuestro pueblo y a las que vengan de río arriba, que están para defender a los ciudadanos y ciudadanas de agresiones lesivas, aunque vengan de la misma clase política y no para identificar, fichar, multar a personas que pacíficamente y sin ninguna violencia muestran públicamente otro punto de vista.
Veremos.
Mario Forner Masdeu
