En relación al artículo que con el nombre “La Rosaleda como problema. Análisis desapasionado de la solución propuesta por el tripartito al viejo contencioso caspolino”(http://www.bajoaragonesa.org/elagitador/la-rosaleda-como-problema-analisis-desapasionado-de-la-solucion-propuesta/) publicó El Agitador el pasado veintiséis de marzo, queríamos conocer la opinión del Teniente de Alcalde y concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Caspe, Don Javier Sagarra de Moor. Pensábamos, y pensamos, que la solución propuesta en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana no solo no arregla nada sino que complica todavía más cualquier posibilidad de arreglo para un viejo problema. Y para demostrar los argumentos en los que se basaba nuestra profunda convicción encargamos a unos amigos arquitectos que preparasen planos e imágenes virtuales que permitiesen a cualquier lector entender de forma sencilla la magnitud del error que, si nadie lo remedia, está a punto de cometerse. Todo ello lo hicimos empujados por las ganas no de polemizar gratuitamente sino de aportar ideas que contribuyan a esa tarea colectiva de construcción de lo público que nosotros pensamos que no es exclusiva de los políticos que cada cuatro años concurren a las elecciones sino también de la sociedad civil a la que, modestamente, pertenece nuestra asociación. Y en esa creencia escribimos el artículo y quisimos, pasado el tiempo, conocer la opinión del máximo responsable municipal en temas urbanísticos. Y para ello lo que hicimos fue lo más sencillo: preguntarle.
Lamentablemente el máximo responsable municipal en temas urbanísticos, en su reciente comparecencia radiofónica, no respondió a nuestra pregunta. Alegó desconocimiento de nuestro artículo y nosotros quisimos entender en la literalidad de sus palabras que estaba esperando a que dicho artículo se le hiciera llegar por el conducto reglamentario. Equivocados o no en nuestra suposición, le hemos hecho caso y hemos presentado dos copias de dicho artículo en el Registro del Ayuntamiento. De esta forma, la próxima vez que le preguntemos estará en condiciones de aportar argumentos de fondo a favor o en contra de lo que expusimos en nuestro artículo. Y si, por el contrario, decide mantener su negativa a responder no será el desconocimiento la razón que le sirva para justificarse.
Decir, para terminar, que el artículo sí que resultó del interés de la mayoría de los lectores de nuestra página. A día de hoy más de mil doscientas personas lo han leído. Mucha gente para tratarse de un tema bastante complejo. Es de suponer que tanto interés merece que el máximo responsable municipal en temas urbanísticos se pronuncie al respecto.
Acompañamos copia de la instancia presentada donde puede verse el cajetín de entrada en el Registro del Ayuntamiento y también el texto de dicha instancia para quienes tengan interés en conocer su contenido.
P.S.: En la instancia la palabra «minimizar» se ha escrito con una sílaba de más. Se ha corregido en el texto. Pedimos disculpas por ello.
Al Teniente de Alcalde Concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Caspe, Don Javier Sagarra de Moor.
Jesús Cirac Febas
Caspe, 9 de mayo de 2014
En fecha 26/03/2014 publiqué en el blog de temática mayoritariamente caspolina, “El Agitador”, un artículo titulado “La Rosaleda como problema. Análisis desapasionado de la solución propuesta por el tripartito al viejo contencioso caspolino” en el que analizaba desde varios puntos de vista (técnico, urbanístico, jurídico, económico, de gestión) la solución que el actual equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Caspe propone para dicho edificio en la tramitación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana. Como parte de dicho análisis, el artículo incorporaba planos e imágenes virtuales tanto de la situación actual como de la que se generaría en el caso de que la solución propuesta por el equipo de Gobierno se llevase a término. Dichos planos e imágenes virtuales fueron preparados expresamente para la ocasión y permitían visualizar de forma sencilla el, en mi opinión, desacertado enfoque del problema por parte del Equipo de Gobierno y el enorme riesgo de destruir uno de los mejores elementos patrimoniales de Caspe que de dicho enfoque se deriva. Por supuesto, el artículo incluía diversas alternativas para minimizar el impacto económico que la debida protección de La Rosaleda pudiera tener en las arcas municipales recordándose los diversos mecanismos que tanto el urbanismo como la práctica inmobiliaria ponen en manos de los ayuntamientos para la obtención de los distintos equipamientos públicos.
En fecha 06/05/2014 envié un correo electrónico a la conductora del programa de Radio La Comarca en el que usted y otros miembros del Equipo de Gobierno municipal suelen comparecer semanalmente para informar de su gestión, interesándome por la tramitación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Caspe en lo referente a La Rosaleda. Quería saber si el responsable del urbanismo caspolino había leído el artículo antes referido y si había sabido apreciar el esfuerzo realizado en defensa de lo que yo entiendo que es el bien común de todos los caspolinos. Ese mismo día, en su comparecencia radiofónica, para mi asombro, usted manifestó desconocer tanto la existencia del artículo, como su contenido, como su autor o autores y, en consecuencia, dejó de responder a mi pregunta. O, por mejor decirlo, respondió con argumentos de corte emocional, juicios de valor y, por qué no llamarle así, cierta soberbia hacia quien modestamente se atreve a disentir con usted. Lo contrario de lo que yo pretendía.
No es mi intención cuestionar la veracidad de sus palabras ni exponer el juicio que me mereció el tono empleado, tampoco establecer otra polémica que la que se sustente en el trabajo, el análisis riguroso y los datos. Trabajo, análisis y datos hay en el artículo de “El Agitador” que usted afirma no haber podido leer todavía y lo que yo me propongo ahora no es enmendarle la plana sino ser práctico, facilitándole dos copias de dicho artículo para que pueda leerlo reposadamente y analizar de forma desapasionada mis argumentos. De esta forma, la próxima vez que comparezca en la radio podrá responder cumplidamente a mi pregunta sin acritud, sabiendo con quien habla, sin necesidad de recurrir a calificativos, exponiendo sus razones, tal y como deben hacer estas cosas las personas adultas.
Confiando en que sepa apreciar el trabajo realizado y la buena disposición que siempre me ha guiado, me despido cordialmente no sin antes ponerme a su entera disposición para lo que fuera necesario.
Jesús Cirac Febas
