No hubo intercesión divina. En realidad, durante la mañana del 19 de enero de 1787 los villanos de Caspe tuvieron el privilegio de contemplar un extraño suceso (al respecto, ver Miguel Angel Sabadell, «El fenómeno de los tres soles», Cuadernos de Estudios Caspolinos XVIII, Caspe, Grupo Cultural Caspolino, 1993, pp. 97-112). Ante sus ojos, un fenómeno atmosférico llamado parhelio:
En su momento José Chamorro escribió sobre los parhelios y hoy comparte su trabajo con nosotros:
«Los parhelios son un fenómeno atmosférico causado por el Sol. Se trata de uno o dos pequeños resplandores que se forman a ambos lados del Sol cuando hay cirros, esas nubes con aspecto de «filamentos» o de «copos de algodón». Estas nubes se caracterizan por contener pequeños cristales de hielo que refractan los rayos del Sol, es decir, desvían angularmente parte de esos rayos, formando así los parhelios. Estos se ven entonces como si fuera un Sol tras las nubes, aunque menos brillante que el Sol real».
El artículo completo en el siguiente enlace:
http://ahaba-abulafia.blogspot.com.es/2008/03/los-parhelios.html