Cuando los responsables de la producción de ‘’El pueblo más divertido´´ se pusieron en contacto con nosotros, vimos una gran oportunidad, no sólo por el jugoso premio que nos ofrecían si ganábamos, sino sobre todo por la repercusión mediática y la publicidad que supondría para la ciudad. No en vano el programa iba a ser emitido por la principal cadena del país en horario de máxima audiencia.
La desilusión llegó luego, mientras pasaban las semanas y la idea general no cuajaba y poco a poco nos veíamos enredados en una empresa que a la larga demostraría no ser ni una pequeña parte de lo que podría haber sido.
Mientras que la productora nos vendía la idea de que el nuevo programa iba a ser un clon de un famoso espacio que años atrás llenara las pantallas de todo el país, nuestra sensación era que no iba a llegarle ni a la suela de los zapatos.
Y efectivamente nuestras sospechas no eran infundadas. Tras estar en las dos grabaciones en las que participaron vecinos de Caspe y sobre todo tras ver la gala de presentación de la semana pasada la pregunta que asomaba a mi frente era: ¡¿Cómo?! ¿Cómo es posible que la cadena de televisión de más impacto a nivel nacional emita un programa tan deplorable? Empezando por un formato pobre, por no decir más, que claramente se idea para potenciar unos estereotipos más que gastados de las personas del medio rural para que un puñado de urbanitas que se preguntan si la Coca-Cola habrá llegado a éstos lares, puedan reírse a gusto de una falsa imagen de los habitantes y las costumbres de estos pueblos.
Está claro que si pones a un par de simios a los mandos de un avión, que además no está en buenas condiciones, se estrellará. Desde mi punto de vista, éste ha sido uno de los grandes problemas del programa. Con esto no pretendo llamar simios a sus dos presentadores; no quiero faltar al respeto a nadie, pero el carácter poco afable de uno y el humor caduco de otro no eran suficientes para levantar el vuelo de un espacio que cojea desde la base.
Y no soy el único que tiene esta sensación. A la misma hora se estaba emitiendo la presentación de otro programa de una cadena vecina de ésta, teniendo tres veces más de audiencia que nuestro querido show. Los números no engañan.
Entiendo que si alguien no sabe de qué va el programa y ha leído estas líneas, probablemente no tenga ganas de sentarse delante de la televisión a verlo. No obstante debo quedarme con esa primera idea que apareció en nuestras reuniones: Caspe en «prime-time´´; Caspe en la televisión nacional; Caspe conocido por todos.
Nacho Tello
