25/10/2013
Caspe comenzaba esta semana con una triste noticia, el fallecimiento de su ex-alcalde Florencio Repollés a causa de un cáncer de páncreas contra el que llevaba años luchando. No es necesario decir mucho para situar su figura pública y privada. Casi parecía predestinado a ser exactamente lo que fue. Hijo de abogado, desde muy joven desarrolló su carrera profesional manteniendo despacho abierto en la Plaza Mayor de Caspe. Hijo y nieto de políticos, participó también en la vida política local como concejal socialista, durante varias legislaturas, y finalmente como alcalde durante poco más de año y medio, concretamente desde mayo de 2011 hasta febrero de este mismo año, fecha en la que una moción de censura presentada por los grupos PP-CPC-PAR lo apeó de la alcaldía.
En El Agitador queremos rendirle nuestro pequeño homenaje reponiendo la entrevista que tuvo a bien concedernos en el mes de mayo de este mismo año, apenas unas semanas después de abandonar el puesto de alcalde, y que pueden leer a continuación:
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17/05/2013
El Agitador sigue queriendo conocer en profundidad a los protagonistas de la política local caspolina. Teníamos un plan, una hoja de ruta, pero la realidad se ha encargado de quebrarla, cambiándola a su gusto. Esperábamos penetrar en aspectos poco destacados de todos ellos, descubrir facetas inéditas. Aspirábamos a profundizar en la persona y a olvidarnos durante un rato del personaje público. Pero la reciente moción de censura en el Ayuntamiento de Caspe ha hecho que todas las entrevistas con líderes locales inevitablemente acaben centradas en lo mismo. Quizá no sea tan mala cosa, después de todo. Quizá resulte más interesante leer entre líneas, jugar a descifrar las claves de la personalidad de todos ellos en medio del ruido y la furia de esta pequeña tormenta.
Llevaba tiempo intentado fijar un día y una hora para entrevistar a Florencio Repollés pero sabía que él tenía cosas mucho más importantes que atender. Le conozco desde hace años y tengo la confianza necesaria como para perseguirle de cerca pero me daba un enorme reparo hacerlo a sabiendas de las duras circunstancias personales que debe afrontar. Sabía que mis opciones estaban íntimamente ligadas a la evolución de su estado de ánimo y, como no, de sus fuerzas físicas. Por eso, conseguir quedar, finalmente, con él ha supuesto una doble alegría.
Lo primero, preguntarte por ti. ¿Cómo te encuentras? Bueno, ya ves, con este pequeño hándicap en la voz, pero bien. Estoy siguiendo un tratamiento y voy mejorando aunque con pequeñas recaídas que, por otro lado, son algo muy común en este tipo de enfermedades, no hay que alarmarse por ello, es lo normal. Estoy intentando ganar peso y, en fin, con mucha moral, intentando no dejarme caer.
Perdona si soy algo brusco, pero estoy obligado a empezar esta entrevista hablando de lo que ha pasado recientemente, ¿te importa? En absoluto.
Una moción de censura es siempre un mecanismo extraordinario y, como todo lo que se sale de lo normal, su uso genera si no alarma social, sí una atención especial por parte de la opinión pública. En el caso de la presentada por PAR, PP y CPC en contra de la corporación que tú presidías, su impacto social se ha visto incrementado por tu enfermedad y por el hecho de que se presentara coincidiendo justamente con tu vuelta a la actividad municipal. Al respecto, se ha dicho que ello ha incidido de forma directa en el desarrollo de tu enfermedad. Lo cierto es que me ha afectado bastante. No gusta a nadie el hecho en sí y en este caso gustan todavía menos el modo, el tiempo y la ambigüedad-falsedad de las excusas que se han dado para su presentación, que yo creo que, directamente, son un insulto a la inteligencia de los votantes. Hazlo si quieres hacerlo pero no te inventes cosas. Habían decidido hacerlo, les salían los números y decidieron ir adelante. Muy bien. Pero de ello que no culpabilicen a los demás. Creo que eso es clave en este asunto y me preocupa mucho que los caspolinos lleguen a saberlo.
¿Crees entonces que no se daban las condiciones objetivas para la presentación de la moción? Una moción de censura es un procedimiento extraordinario previsto para casos de imposibilidad de la gestión política o de crisis institucional, casos de corrupción, dimisiones en cadena, ruptura de pactos que imposibiliten de manera irreversible la acción política, etc…. Yo creo que ese no era el caso. Se habló de la falta de aprobación de los presupuestos como de una causa gravísima. La Comunidad Autónoma de Galicia, donde gobierna el PP, y con mayoría absoluta además, ha aprobado los suyos el veintisiete de febrero. Fuera de plazo. Algo muy normal en la vida política, habitual, diría yo. Lo mismo que la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Alcañiz, el de Zaragoza o, sin ir más lejos, la propia Comarca del Bajo Aragón Caspe, cuyo Presidente curiosamente participó en la moción, instituciones todas ellas que a día de hoy todavía no tienen presupuestos aprobados…y la vida sigue en todos esos ámbitos. No era esa una razón de peso para hacer lo que han hecho.
Se alegó inoperancia… Y por eso presentan la moción trece días después de que yo me reincorporase. Si mi ausencia provocó inoperancia, al volver, esa inoperancia que alegan habría dejado de existir. Mi reincorporación desbarata ese argumento. La inoperancia la provocaron ellos con el boicot a las iniciativas municipales importantes, como las Ordenanzas. Eso fue un perjuicio grande para Caspe. Se perdió mucho dinero por no aprobarlas. Deberían haber sido leales a Caspe y haber ayudado en esos temas. Lo que ocurre es que ya habían acordado la moción y no aprobar las ordenanzas era una forma de prepararse el terreno. Alegan que no se aprobaron las ordenanzas pero fue por causa de ellos.
Pero además los datos objetivos desactivan completamente ese argumento vacío. Por primera vez en la historia de la democracia puede decirse que el Ayuntamiento de Caspe afronta unos presupuestos con deuda cero, es decir que no debe nada y que no va a destinar ni un euro a pago de intereses ni a amortizaciones de préstamos. Esto ha sido gracias al esfuerzo de ahorro que hemos realizado. Hemos rebajado el gasto corriente y eso ha permitido generar un ahorro de casi un millón y medio de euros en los diecinueve meses de gobierno, cantidad que por normativa tiene que aplicarse a deuda y que permite lo que hemos dicho, dejarla a cero. Pocos Ayuntamientos de España, y menos de este tamaño, pueden estar en esta situación. Todo ello implica haber no solo adelantado, sino superado los objetivos del Plan de Saneamiento que el Ayuntamiento tenía desde 2009 y que terminaba en el 2015. No solo se ha superado el objetivo de dejar la deuda a cero en lugar de rebajarla hasta una cierta cuantía, sino también ampliamente el plazo.
¿Cómo se consigue algo así? Con una política de ahorro y racionalización del gasto corriente porque las inversiones no solo no han disminuido sino que aumentaron un treinta y tres por ciento en 2012 respecto al año 2011. Hemos conseguido que el plazo medio de pago a proveedores sea de veintinueve días. Y hemos dejado numerosos proyectos de obras, todos financiados y en fase de adjudicación o listos para ello.
¿Por ejemplo? Pues la calle Lafuente fases 1 y 2, la remodelación de los jardines de los Reyes, el acondicionamiento de solar para parking en el Chorrío, el plan de eficiencia energética, la compra de una grúa, el paso peatonal en la avenida Joaquín Costa con la gasolinera, y otros más… El actual equipo de gobierno está “viviendo” de ellos y no ha avanzado absolutamente nada en temas verdaderamente importantes. Todo esto es objetivo y constatable. Ante estas evidencias ¿Cómo se puede seguir sosteniendo con un mínimo de rigor que había “inoperancia”?
A mí, de todo lo ocurrido, lo que más me llamó la atención fue el pequeño episodio que tuvo lugar durante la investidura de la nueva alcaldesa. La forma en que te reprendió en público… Eso fue bochornoso, sonrojante. Ver a la alcaldesa de mi pueblo hablar así… La llamé la noche de antes para acordar que las intervenciones de los portavoces, que tienen lugar después de las nuestras según el protocolo marcado por la ley, fueran cortas. Evidentemente no me refería ni a la suya ni a la mía que excluí expresamente al motivar mi propuesta en que lo realmente importante era lo que previamente hubiéramos dicho ella y yo, y que las demás, de ser extensas, alargarían innecesariamente el acto. Lo suyo es que en una moción de censura el que entra y el que sale debatan, argumenten. Una moción de censura no es un mero traspaso de papeles… ¿En qué cabeza con una mínima formación política cabe entender que le esté pidiendo brevedad para quien, por esencia, está obligado a explicarse? ¿Quién puede entender que me voy a despachar con cuatro palabritas en un acto tan trascendente en el que estoy obligado a defender la inexistencia de motivos para lo que se estaba haciendo? Yo tenía que defender nuestros argumentos y rebatir los contrarios. Además, ella misma se descubrió. En su intervención admitió haberla preparado tres días antes. Era breve per se, no porque yo se lo pidiera la noche de antes. ¡Ya la tenía preparada! ¡Tan corta como la que leyó! Su discurso fue simple y no estuvo a la altura de alguien que aspira a ser alcalde de una ciudad importante. En ese momento no puedes dejarte llevar por la ira, estás obligado a ser institucional…
En España no cabe la moción de censura destructiva, no se puede ejercer simplemente para quitar a alguien, es necesario presentar a quien va a ocupar el puesto del que se va y en ese sentido parece lógico el debate entre ambos. Está claro. El debate entre los dos es imprescindible y yo esperaba contenido, profundidad en el discurso de investidura de la alcaldesa. Yo mismo aporté argumentos, puntos programáticos que creía necesario volver a exponer ante los caspolinos en un momento así porque creía que era lo mínimo, que se lo debía. Lo que me encontré fue el vacío. No se puede comparecer a un pleno tan importante con tanta pobreza argumental. Yo estaba dispuesto a debatir y lo que me encontré…
¿Por qué crees que es Pilar Herrero la alcaldesa y no Javier Sagarra o Carlos Alastuey? Por varias razones. La primera porque sin la alcaldía, el PP no hubiera pactado, ese era el premio que se habían reservado, porque jamás habrían soñado en alcanzarla mediante los votos de los ciudadanos, y en eso me remito a sus resultados electorales. Lo sé porque conozco a mucha gente del PP, amigos personales dentro del partido que me lo han dicho con toda claridad. La segunda porque, por su debilidad e inexperiencia, es totalmente manejable por el CPC que es quien de verdad va a gobernar en la nueva corporación.
¿Debilidad? Los votantes del PP no votaron esa oferta electoral, sino otra con un cabeza de lista diferente. Votaron a otra persona que ahora no está porque se fue o porque la echaron, da igual. La cabeza de lista era otra, algo que resulta muy importante a la hora de cumplir ante los ciudadanos. Eso es debilidad. Sobre todo cuando el PP no es ni siquiera la segunda lista más votada.
Hablas de listas más votadas y menos votadas. Uno de los argumentos esgrimidos por el tripartito es que, sumados, sus votos alcanzan más del cincuenta por ciento. Mayoría absoluta. El argumento porcentual es el más manido y engañoso de todos. No es cierto que el cincuenta y dos por ciento de los caspolinos haya querido esa coalición y menos que gobierne el CPC, que ha perdido la mitad de sus votos y a quien muchos de sus votantes tradicionales le han dicho que ya no quieren esa forma de hacer política para Caspe. Ten en cuenta que, además, ha comparecido a unas elecciones municipales en Caspe con el programa electoral del Partido Andalucista copiado casi con las comas. Mucho menos querían que gobierne el PAR que se ha quedado en cuarta fuerza política o el PP, que en plena marea azul en todo el país, barriendo con mayoría absoluta en municipios y comunidades autónomas, en Caspe sacó los dos concejales de siempre. El todo no siempre es la suma de las partes.
Planteas un escenario catastrófico. Pero es que es así. Cuesta creer lo que vemos. Hasta quince días antes del pacto se llevaban fatal entre ellos. Carlos Alastuey decía pestes del PP y sobre todo de Sagarra. Es que ni siquiera me atrevo a reproducir las barbaridades que se decían…
¿Qué desenlace prevés? Desgraciadamente para los ciudadanos de Caspe, muy malo. Sobre todo por el componente personal de quienes han intervenido en el pacto. Todos los pactos en los que ha estado el CPC han terminado fatal. Lo que se decían Carlos y Javier antes del pacto ha sido de vergüenza ajena, arrojándose vilezas a la cara delante de todos y ahora tan amigos, como si no hubiera pasado nada.
¿Por qué crees que han roto las hostilidades? Supongo que detrás de algo así solo puede haber intereses ocultos, probablemente inconfesables. No cabe pensar otra cosa. Y todo lo que se hace así termina mal, inevitablemente. Estoy convencido de que antes de que termine la legislatura finiquitarán el pacto.
Nos decía Carlos Alastuey, muy enigmáticamente, en la entrevista que nos concedió que en el futuro podía haber sorpresas, ¿A qué crees que se refería? ¿Prevés cambios estructurales en los partidos que conforman el tripartito? Pues francamente no sé a qué podía referirse, pero te aseguro que tampoco me va a quitar el sueño.
Es evidente que lo ocurrido ha supuesto un duro golpe para la gente de tu partido. En el video del pleno de investidura se percibe mucha tensión, algunas personas incluso lloran. ¿Cómo queda el partido después de esto? Lógicamente la gente está muy contrariada, fastidiada. Han trabajado mucho y el partido ha estado a la altura, ayudando mucho. Quizá en ese sentido haya habido un déficit de comunicación, quizá no hayamos sabido explicar bien las cosas. En cualquier caso, aquí nadie tira la toalla, esto es un acicate para trabajar e implicarse todavía más para dar la vuelta a la situación con una victoria con más margen.
Lo cierto es que no os fue mal en las últimas elecciones. Dadas las circunstancias, más que aguantar el tipo, disteis la talla. Sí, aquí nos fue muy bien. En Aragón se perdió más del treinta por ciento de los votos y aquí se ganó un uno por ciento, que es poco pero que es algo. Aguantamos bien. Nos han votado más a nosotros que a Eva Almunia y eso es algo que hacía tiempo que no ocurría en Caspe donde, desde hace muchos años, perdíamos siempre votos en las municipales con relación a las autonómicas y las nacionales. Creemos que fue un éxito tanto por el componente personal como programático que fueron acertados.
¿Cuál crees que es la principal consecuencia de este pacto para Caspe? Sobre todo la vuelta de la crispación. Habíamos conseguido rebajarla pero ahora ha vuelto ese recurso permanente al tú más. Desgraciadamente hemos vuelto a eso. A nosotros solo hacen que achacarnos cosas de Mariano, de Teresa, siempre cosas del pasado. Nos echan en cara cosas ocurridas en épocas en las que ellos, CPC y PAR, gobernaban en coalición con el PSOE y en las que muchos de nosotros ni siquiera estábamos, como mucho yo, porque mis compañeros son todos nuevos en estos menesteres. Ellos, que tanto reprochan y acusan, son corresponsables de todo lo que nos echan en cara porque gobernaban con el PSOE. Pero cuando les dices esto, se hacen los olvidadizos. Ellos solo estaban para lo bueno, para ponerse las medallas, para contar sus gestas, los logros de sus concejalías. Para lo malo solo estaba Teresa, ellos pasaban por allí, es increíble…
La percepción más clara que uno extrae de todo esto es que la brecha que existía entre políticos, y quizá entre ciudadanos, no ha hecho más que agrandarse. Por encima de la política debería estar la vecindad, el civismo, y me parece que eso es ahora mismo algo definitivamente implanteable. Tengo la sensación de que la furia política se ha llevado por delante mucho más que un equipo de gobierno más o menos afortunado en su gestión. ¿Desde esa perspectiva personal, humana, cuál es tu valoración de los hechos? A mí me parece imposible entender que no nos haya llamado nadie para comentar temas que están en trámite. No se han dignado a llamarnos para nada, ni para preguntar por las carpetas que dejamos encima de las mesas al irnos. No ha habido traspaso de poderes, nada. Tampoco ha habido ningún gesto en lo personal. El tema de mi enfermedad, que a mí me da pudor y del que comprenderás que tampoco tenga muchas ganas de hablar, ha sido utilizado de forma clara. Llegaron a recriminarme en una reunión el hecho de que no les hubiera informado de mi estado de salud. Igual que los partes de aquel famoso “equipo médico habitual” que atendía a Franco al morir. Fíjate que yo, por mi condición de Diputado Provincial y por mi vida política y profesional en general, tengo un montón de buenos amigos del PP y del PAR y de todos los partidos. Todos esos amigos, diputados, alcaldes, se han interesado durante todo este tiempo por mi situación personal y solo puedo estar agradecido por ello. El Presidente de la Diputación Provincial, Luis María Beamonte, del PP, vino a mi casa a visitarme personalmente. ¿Puedes creerte que nadie ni del CPC, ni del PP, ni del PAR caspolinos, con escasísimas excepciones, se ha dignado a llamarme para interesarse por cómo estaba? Y encima me recriminan que no les mantuviera informados. Podemos ser adversarios políticos pero esto no consigo entenderlo.
Desconociendo por completo lo que apuntas, tengo que decir que hace unos meses sentí un profundo asco al leer los nauseabundos comentarios, por supuesto anónimos, que acompañaban al video de la pésima entrevista que te hizo, para el Guadalope, su propietario, Luis Ignacio Tapia Catalán, con motivo de tu aparición en público durante las pasadas Fiestas de agosto y en la que incluso llegabais a brindar con cava. Curioso y cínico brindis a la vista de las burradas, repito, anónimas que largaban luego acerca de tu enfermedad y que Luis Ignacio Tapia Catalán admitió en su medio, teniendo en cuenta la censura que habitualmente ejerce sobre los comentarios que se le envían y el hecho de que, según sospechamos, incluso sea él, con pseudónimo, quien cuelga alguno de los más agresivos y soeces. Sé que un entrevistador no debe interferir con sus juicios de valor en el decurso de la entrevista y que yo, ahora mismo, lo estoy haciendo, lo cual no me deja en buen lugar precisamente. Lo admito. Pero es que muy pocas veces he sentido tanto asco en mi vida y me quedo mucho más tranquilo si lo digo en público. Bueno, aquello fue sencillamente repugnante. En aquellas fechas yo estaba en lo peor de mi enfermedad y entenderás que no tuviera ganas de fiesta precisamente. Hice un esfuerzo físico muy importante para estar ahí. Y estuve ahí porque creía que, como alcalde, tenía que estar en un momento así. Creía que se lo debía a la gente, quería que la gente viera que me estaba esforzando porque quería seguir al pie del cañón, luchando contra mi situación personal y también luchando por cumplir con mi obligación como alcalde. Durante todo aquel tiempo estaba tomando calmantes para soportar el dolor. No entender eso… es demencial. Yo creo que hay mentes dirigidas hacia el mal y contra eso no se puede hacer nada.
¿Crees en ese sentido que parte del nivel de crispación de la política caspolina está directamente relacionado con la ausencia de medios profesionales y rigurosos capaces de otorgarle el tratamiento que merece? Puede que sea así en parte. Dada la idiosincrasia demográfica de Aragón, lo que pasa en los pueblos fuera de Zaragoza no tiene apenas repercusión en la prensa regional. En cuanto a la local, desgraciadamente Caspe ha tenido que perder presencia con el reciente cambio de titularidad de lo que era la cadena SER, ya que tiene que compartir espacio con otras comarcas. ¿Qué nos queda? El poder de los medios, por muy pequeños que sean, es muy grande, más si tienen escasa competencia y si se valen de la red, sin controles externos, y muchas veces ni siquiera internos, y se hacen proclives a intereses partidistas bien por presión, por intereses, por dinero, etc… Puedo decirte como ejemplo que en determinado medio, si yo he querido publicar un artículo se me ha exigido firma y copia del DNI, mientras me consta, y tampoco hacía falta ser muy listo, que han aparecido artículos con nombre falso, aunque también es verdad que no han engañado a nadie porque se reconocía el autor a la legua.
¿Viendo todo lo que has pasado, de verdad vas a decirme que no te planteaste mandarlo todo a paseo, abandonar? Está claro que el primer impulso es abandonar, eso es así. El segundo impulso es afirmarte en que no puedes permitir que esas mentes se apoderen del pensamiento común, que no es ese precisamente. La conclusión a la que llego es que no hay poso moral, no hay ética. Podemos debatir en política, podemos discutir y hasta no llevarnos bien, pero despedazarnos como animales, eso es inadmisible, eso no sirve para nada. He sufrido una decepción personal muy fuerte. De algunos esperaba esto y más, pero de otros no lo esperaba. Es muy decepcionante.
Hablas de las ganas que hay en tu partido de dar la revancha en donde hay que darla, en las urnas. Cualquiera sabe que uno de los mayores problemas que atraviesa la escena política en Caspe, y en toda España en general, es la escasez de personas jóvenes en las filas de los partidos políticos. Respeto mucho las canas pero creo que los planteles electorales caspolinos tienen un perfil excesivamente bajo y una media de edad demasiado elevada. ¿Tiene el PSOE caspolino continuidad entre las nuevas generaciones? El relevo generacional nos importa prioritariamente e intentamos potenciar la incorporación de jóvenes a la formación. Ayer precisamente estuvimos debatiendo una ponencia acerca de ello. Lo cierto es que los jóvenes están alejados de la política. Nuestra Agrupación de Juventudes Socialistas es bastante activa y yo, personalmente, confío en conseguir ese relevo. Tenemos que hacer un esfuerzo en hacerles ver a los más jóvenes que hay muchas diferencias entre PSOE y PP y estamos obligados a explicarlo muy bien.
Sin embargo, todos los esfuerzos de renovación que emprende el PSOE en Caspe acaban inevitablemente chocando con la sombra alargada de Mariano Gómez, a quien vuestros oponentes siguen invocando como el origen de todos los males al tiempo que le otorgan cualidades casi de supervillano de la Marvel. La verdad es que la cosa adquiere tintes casi esperpénticos, sobre todo si tenemos en cuenta que Mariano dejó la política activa hace muchos años. Tienes ahora la oportunidad de explicarlo… Es que me da hasta risa. Es algo fomentado por la derecha de siempre, que está obsesionada con Mariano. Les ha molestado siempre, y les sigue molestando, que alguien a quien ellos consideraban poco formado o del pueblo llano fuera votado durante tantos años tan masivamente como Mariano lo fue.
¿Te atreves a afirmar que no es él quien mueve los hilos en la sombra? Por supuesto. Él está fuera de la política activa y de partido por decisión propia. Lo que ocurre es que sigue siendo la bestia negra de la derecha caspolina. Es una obsesión que, en realidad, es un menosprecio a los votantes. Al final la gente votaba a Mariano y no a ellos, y eso durante mucho tiempo… Todavía no lo han digerido. ¿Cómo es posible tanta obsesión después del tiempo que ha pasado? Menos mal que Mariano tiene “concha” y más bien se ríe de todo eso.
Bueno, ahora parece que también Teresa Francín se ha incorporado al grupo de los grandes conspiradores en la sombra… (risas) Sí, ahora también Teresa.
Hablando de conspiraciones, resulta inevitable que te pregunte por lo que en El Guadalope han conceptuado como “caso la Herradura”. Sorprende la facilidad con la que parte de la opinión pública caspolina es capaz de comprender un asunto que a mí se me antoja tan complejo, y supongo que también al juez al que le toque instruirlo. No sabía que Caspe contase con tantos juristas y de tan alto nivel. No deja de ser una suerte. Por otro lado sí que es cierto que lo que se ha conseguido es que mucha gente piense en la Herradura como algo muy parecido al hotel de Norman Bates en la película Psicosis. Un lugar en el que puede ocurrir de todo, se edifica sin licencia, se roban concesiones de agua, se fomentan los accidentes laborales… Sí, y también crea puestos de trabajo, más de trescientos en periodos “punta” y alrededor de setenta durante todo el año. Crea riqueza y es una de las empresas más grandes de Caspe. El “caso la Herradura” es la historia de una obsesión y de un esfuerzo por intentar que los ciudadanos no conozcan la realidad. Una obsesión del CPC, y de la derecha en general, con Mariano Gómez, tal y como decíamos antes, mucho tiempo después de que ya no suponga una amenaza para ellos. Por cierto Mariano tiene, como el resto de socios, solamente un cinco por ciento de las participaciones en la empresa, que cuenta con veinte socios quienes en su día decidieron emprender una aventura empresarial arriesgando sus propios recursos y que por tanto en principio son dignos de respeto como todo aquél que hace lo mismo.
¿Cuál es el desarrollo de los hechos? La pregunta que nadie de los que están embarcados en el acoso y derribo a la Herradura quiere responder es la siguiente: ¿Por qué dos actos o acciones exactamente iguales llevadas a cabo con dos años de distancia tienen diferente trascendencia por el mero hecho de que los protagonistas sean diferentes? ¿Por qué en el primer caso no pasa nada y se trató de un “despiste” y el segundo recorre prácticamente todo el Código Penal?
¿A qué te refieres exactamente? Me explico. En el año 1.999, el señor Sagarra como Alcalde firma la licencia para la construcción de una primera nave en la finca, previo informe favorable del arquitecto municipal, el señor Lorente, y acuerdo unánime en tal sentido de la Junta de Gobierno. Quiero recordar que en aquellas fechas el PSOE era el único partido en la oposición en el Ayuntamiento de Caspe, con seis concejales, y que no tenía representación en dicha Junta. Un par de años después, Teresa Francín hace lo propio con otra construcción, en este caso ampliación, previo informe también favorable del entonces arquitecto, señor Miret, quien se ampara además en el expediente de concesión anterior y acuerdo de la Junta de Gobierno. Durante los años siguientes la empresa opera como una más, obtiene la inscripción en todos los registros como empresa agrícola y agroalimentaria, etc… sin que nadie advierta nada. Sin embargo, en el año 2008, siendo concejal de urbanismo el señor Sagarra, la Herradura solicita nueva licencia para la construcción de una instalación agroalimentaria, ampliación de las instalaciones en definitiva. El entonces arquitecto municipal, señor Laguens, advierte que según el Plan de Urbanismo la zona donde se pretende ubicar, junto a las naves anteriores, tiene una protección ambiental, que afecta por cierto a menos de la mitad de la finca quedando el resto fuera de dicha protección, y que por tanto no se puede autorizar ahí concretamente lo que se solicita ni ninguna otra instalación. Tampoco se debían haber autorizado por tanto las dos naves anteriores. Se empiezan a lanzar acusaciones tímidamente, pero hasta el año 2010 no se emprenden acciones legales y judiciales. Todas ellas centradas en difundir la idea absurda de que la licencia firmada por Teresa lo había sido a sabiendas de que se estaba en una zona protegida y por lo tanto con conocimiento de su ilegalidad, mientras que la primera, la que se concedió en 1.999 en iguales circunstancias y que fue la que dio origen a todo lo demás, no está en el mundo y como mucho, tal como confesó el señor Lorente en el Juzgado, fue fruto de un “despiste” por su parte al no darse cuenta de dicha protección. Y que no solo lo sabía Teresa sino también los miembros de la Junta que otorgaron la licencia, los responsables de la empresa, el arquitecto que la informó favorable, como había hecho dos años atrás el que había entonces, la Secretaria por no advertir de tal circunstancia, etc.., es decir que había poco menos que un complot orquestado para cometer una retahíla de delitos… pero solo en la segunda licencia, no en la primera. Y uno se pregunta ¿Por qué se supone que obrando del mismo modo, unos lo hacen por ignorancia y despiste y otros delinquen? ¿Por qué se presume que Teresa, su Junta de Gobierno, su arquitecto, etc… conocían perfectamente lo que sus homónimos anteriores podían ignorar por “despiste”? Y para justificar burdamente tal despiste del técnico, culpan a la Secretaria, otra fijación y otro “clásico” por cierto, ¡de no haber informado de tal ilegalidad! Entonces ¿Para qué necesitaban al arquitecto? ¿Quién tenía la obligación de conocer el Plan de Urbanismo para realizar sus funciones, el arquitecto o la secretaria?
Lo planteas todo como un cúmulo de despistes en demasiada gente, gente que, por otra parte, debería haber estado mucho más concentrada en su papel de lo que dices que estuvo. Pero es que es así. Parece obvio que de haber sabido que en tal ubicación era inviable levantar construcciones, ni se hubiese pedido la primera licencia ni tampoco la posterior, ni la ampliación del año 2008. Menos sabiendo que en dos de estas tres ocasiones quien había de concederla era de una forma u otra el propio señor Sagarra y contando con más de la mitad de la finca para ubicar las instalaciones sin impedimento legal alguno al estar fuera de protección. Porque ahora es la más perjudicada, ya que se pretende condenarla y derruir, o con suerte declarar ilegales y fuera de ordenación, unas edificaciones construidas en su día de buena fe, mientras no se demuestre lo contrario, y amparadas por sendas licencias.
El relato que tú haces resulta difícil de seguir y lo que extraigo es que existe una compleja red de responsabilidades que afecta a todo quisque. De ser cierto lo que cuentas, y tal y como lo cuentas, parece que nadie va a salir bien parado del asunto. Pero lo cierto es que está siendo utilizado. ¿Por qué se esperó al 2010 para judicializar un asunto cuyas circunstancias eran perfectamente conocidas en el 2008? Muy sencillo. En mi opinión, para que la actuación respecto a la primera licencia hubiese prescrito. Pero la vida da muchas vueltas. El cálculo parece no haber sido exacto y ahora la Juez solicita datos sobre los intervinientes en la primera licencia y podemos estar ante la figura del “cazador cazado”.
Afirmas categóricamente que el asunto está siendo utilizado… Mira, la primera medida adoptada por el nuevo gobierno municipal ha sido que el Ayuntamiento se persone como parte perjudicada-acusadora en el procedimiento, para lo que se ha requerido un depósito de seis mil euros que vamos a pagar entre todos para satisfacer una obsesión personal. Y también se han contratado ¡a dos abogados! que también pagaremos todos. Cabe recordar además que hace pocas fechas la Juez requirió por escrito a la Alcaldesa para que dejase de inmiscuirse en el proceso y de tomar decisiones sobre un tema que está judicializado, lo cual es bochornoso. Es decir se están utilizando los resortes y los recursos de que dispone el gobierno municipal para servir al interés general, al servicio exclusivo de un interés particular. Y eso es intolerable. Por eso precisan de una maquinaria mediática potente que tape todas estas evidencias y contradicciones y amplifique las aristas escandalosas del tema sin profundizar ni responder nunca a todas las preguntas que he planteado. A partir de ahí, si La Herradura ha cometido alguna ilegalidad, tendrá que pagarlo como cualquier otra persona o empresa… pero solo por lo que haya hecho y no en mayor medida o con mayor saña que cualquier otra, sino con igualdad y justicia… y que esto alcance a todos, ponlo con mayúsculas, a TODOS los que han participado en ello.
Es realmente llamativo que, después de todos los años que la izquierda ha gobernado en Caspe, después de los miles de votos incondicionales que los caspolinos os han entregado, no hayáis sido capaces, o no hayáis tenido el valor o la pericia suficientes, para alterar el discurso dominante durante décadas. No me refiero solamente al terreno de los símbolos, y en ese sentido ahí siguen las polémicas placas en la pared de la Iglesia, sino al terreno de las ideas, de las visiones panorámicas de la realidad. En Caspe la gente vota a la izquierda pero maneja los relatos elaborados por la derecha durante el franquismo. Me refiero a la interpretación de nuestro pasado más reciente pero también a la sobredosis de símbolos como el Compromiso, el Castillo, la Veracruz, el pasado glorioso o el Turismo y al carácter casi sagrado con que los reverenciamos y nos proyectamos en ellos. No puede ser que en pleno siglo XXI, sigamos aferrados a una mitología local cuyos elementos principales surgen a principios del siglo XX, en plena Restauración, o en la época en la que Fraga era Ministro de Información y Turismo. Debemos renovarnos porque esos símbolos ya no sirven, eso se ha demostrado, y no se corresponden con el espíritu de los tiempos que nos toca vivir. En eso, tengo que decírtelo, no veo muchas diferencias entre el PSOE y las demás formaciones políticas de derechas. Tenemos déficit de información a la gente, quizá algo de complejo, aunque no sé de qué. El PSOE, en Caspe, no tiene, o no debería tener, complejos históricos. Lo que ocurre es que la derecha caspolina fue muy potente, detentó mucho poder, y sigue manteniendo muchos de aquellos resortes. La gente no ha sabido desembarazarse de ese yugo. Por otra parte al PSOE caspolino le sucede lo mismo que al PSOE nacional o a las fuerzas de izquierda en general y es que los ciudadanos le exigen más que a la derecha: más honradez, más ética, más modernidad, que sea motor continuo de cambio social, que lidere dichos cambios y avances. Con la derecha se tiene un umbral de exigencia menor, mucha gente tiene interiorizado de alguna forma que la derecha es más “conservadora” en el sentido amplio del término, y por tanto ya descuenta ciertos comportamientos o actitudes que sin embargo a nosotros nos censura. De alguna forma esperan más de nosotros que de ellos y de ahí que en mi opinión partimos siempre de una posición de desventaja en ese sentido. Pero si esto es así, no nos queda más remedio que esforzarnos mucho más para colmar esas expectativas.
Ante los cambios brutales que atraviesa nuestra sociedad, se hace cada vez más evidente la necesidad de nuevos discursos, de nuevas metas y también de planteamientos radicalmente distintos a los manejados hasta ahora. La pregunta clave de cara a las próximas citas electorales es: ¿Está capacitado el PSOE local para aceptar la necesidad de ese cambio? ¿Está capacitado para aportar esas nuevas ideas? ¿Está capacitado para liderarlo? Yo te diría que si alguien lo está, ese es el PSOE. No se puede ocultar que el periodo socialmente convulso que vivimos no invita precisamente a la confianza en los partidos, a la participación. Pero no es menos cierto que mi partido en Caspe es el único que siempre ha estado ahí, en lo más alto. Solamente ha perdido unas municipales y por un escaso puñado de votos. Siempre ha sabido por lo tanto reinventarse, adaptarse, sobreponerse a las situaciones difíciles en las que muchos lo daban por finiquitado, resurgir y sobreponerse. Pero hay que ser autocrítico y reconocer que quizás nos falte mayor interacción con la sociedad, déficit que por otra parte es común a otras fuerzas políticas. Lo importante es darse cuenta, rectificar a tiempo y cambiar sin miedo lo que haya que cambiar; y con esto me refiero tanto a las personas como a los programas y las formas.
Supongo que sabes que las entrevistas de El Agitador terminan siempre con tres recomendaciones. Peli, libro y disco. Buff, qué difícil me lo pones. Peli, “Senderos de Gloria” de Kubrick. Libro, “El Perfume”, de Patrick Süskind. Disco, te diré tres. El primero de The Pretenders, “L.A. Woman” de The Doors y “Led Zeppelin IV”
La entrevista ha dado de sí mucho más de lo que esperaba. Lo mejor de todo es que he visto a Florencio muy bien, muy entero, de buen humor y con buena pinta. Eso, obligatoriamente, tiene que ser una buena noticia para todos. Por otra parte, no confiaba en que “rajase” tanto, la verdad. Me hubiera conformado con mucho menos así que en ese sentido también estoy contento. Lo peor de todo es que después de la entrevista que le hice a Javier Sagarra hace unos meses y de haberme convertido para tantos en un destacado agente sagarrista, ahora vuelvo a mutar de piel para convertirme en un florencista o un repollesista de pro o vaya usted a saber en qué. Jugar a los periodistas desgasta mucho. A mí me está costando sentirme como una pequeña serpiente o como un camaleón o como un gusano de seda. Menos mal que ya quedan pocos políticos locales por entrevistar. Me muero por volver a ser yo mismo.
Jesús Cirac