Fui un joven alocado al que impresionaban las guitarras sucias y las canciones que duraban menos de dos minutos. Leonard Cohen, claro, no entraba entonces en mis planes. La fascinación por su música forma parte de esa amplia colección de errores que con los años pude enmendar y a la que debo algunas de mis mayores alegrías adultas. Hoy siento, como todos sus millones de fans, una mezcla de tristeza y alegría. Tristeza por su muerte y alegría por el respeto y la admiración con que el mundo entero le ha despedido. Tristeza por asistir al final de una era, la de los grandes genios de la música popular, y alegría al comprobar el vigor que sigue latiendo en sus obras, un vigor que es ya inmortal. No habrá más Cohens, como no habrá más Bowies ni más Princes ni más Reeds, por citar solo las pérdidas más recientes. Se acaba un mundo y empieza otro. No me importa reconocer en público que prefiero el que se va, y que me interesa mucho menos el que viene, aunque tamaña afirmación pueda costarme que el joven alocado que fui me escupa en la cara en cuanto se cruce conmigo en cualquier recodo del pasillo.
Vi a Leonard Cohen en Zaragoza hace seis o siete años. Fue uno de los mejores conciertos a los que he asistido en mi vida. Pasé casi tres horas paralizado por la emoción, empequeñecido por la intensidad de lo que estaba viendo y oyendo. A mi lado un jevi de larga melena lloraba como un niño mientras sonaba Who By Fire.
Para despedir al judío errante, he escogido algunas versiones de sus canciones ejecutadas por músicos a los que admiro casi tanto como a él mismo. Todos ellos, a su vez, admiraban a Cohen y se esforzaron por demostrarlo, algunos en múltiples ocasiones.
Va por usted, maestro. No le olvidaremos nunca.
- NICK CAVE. Suzanne. Teníamos que empezar con él y con una de las canciones más míticas del siglo XX. Esta versión es realmente impresionante.
- PIXIES. I can´t forget. También ellos fueron unos jovenzuelos alocados que cayeron hechizados por las canciones del gran Cohen.
Algo parecido a lo que le sucedió a JARVIS COCKER que también versionó esta canción en la película-disco “I´m your man”.
- RUFUS WAINWRIGHT. Chelsea Hotel Nº 2. Rufus, y su hermana Martha, son algunos de los más entusiastas propagandistas de la obra de Cohen. Esta versión de mi segunda canción favorita de Leonard Cohen es sencillamente magistral.
- ENRIQUE MORENTE Y LAGARTIJA NICK. First we take Manhattan. Morente admiraba tanto a Cohen que decidió dedicarle un disco, el mítico Omega, en compañía de sus paisanos Lagartija Nick. Brutal!!!
Tambien REM se atrevieron en su día con este temazo inolvidable.
- NICK CAVE. I´m your man. Nick Cave adoraba a Leonard Cohen y a él le debe, en mi opinión, mucho de lo que ha llegado a ser. Repito con Cave porque es lo normal. ¿Todos de acuerdo, no?
- JOHN CALE. Hallelujah. Otro gigante, otro mito de la historia de la música popular, rindiendo homenaje al maestro.
Aunque, para ser honestos, la mejor versión que se ha hecho de este tema se la debemos a JEFF BUCKLEY. Jeff era guapo, sensible y había grabado un disco mítico, “Grace”. Estaba a las puetas de ser uno de los más grandes pero se lanzó a un río con las botas camperas puestas y se ahogó. No es coña.
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- HOUSE OF LOVE. Who by fire. En los noventa la revista francesa “Les inrockuptibles” editó un disco de homenaje a Leonard Cohen titulado “I´m your fan”. En él encontramos esta espléndida versión de mi tema favorito de Cohen a cargo de un gran, aunque poco conocido, grupo británico.
- ANTONY AND THE JOHNSONS. If it be your will. Era de esperar que también el gran Antony se lanzara a homenajear al maestro. Como siempre, inmenso.
- RUFUS WAINWRIGHT. Everybody Knows. Rufus en estado puro. Maravillosa versión. Y también con él es de ley repetir.
- JOHNNY CASH. Like a bird on a wire. No comment.
- LEONARD COHEN. Who by fire. Solo por esta canción merece ser recordado durante siglos. La introducción a cargo del zaragozano Javier Mas deja sin aliento. Cuesta contenerse ante algo tan grande.
Jesús Cirac
