El pasado viernes 14 de noviembre la Sala López de Zaragoza recibió a La Habitación Roja en la que es la gira de presentación de su último disco, “La Moneda en el Aire” del que ya os hablé en febrero tras su lanzamiento.
Quizás porque nos tienen mal acostumbrados con sus múltiples visitas a Zaragoza, el ambiente antes de comenzar el concierto era demasiado relajado, tanto que a la hora marcada en la entrada sólo llenaba la sala un tercio de espectadores de los que al final disfrutaríamos de LHR, como si el resto supieran que el concierto iba a retrasarse más de media hora, tiempo durante el cual el público fue llegando con cuentagotas y colocándose alrededor del escenario esquivando la gran columna que dificulta la visión desde demasiadas partes de la sala, que por otra parte tiene un buen sonido.
Pese a la columna, al retraso,… los integrantes de LHR salieron al escenario y sonaron los acordes de “Tanto por hacer” uno de los temas de “La moneda en el Aire”, disco que LHR desgranó casi por completo a lo largo del concierto. Y con esos primeros acordes el relax que imperaba en la sala desapareció para dar paso a un público entregado que cantó, bailó y aplaudió cada uno de los temas que la banda fue interpretando, y no sólo los singles, o las canciones más conocidas de sus últimos discos, como “Quedas tú”, “La casa en silencio” o las aplaudidas “Si tú te vas (magnífica desolación)” y “De cine” que adquirió un nuevo significado en directo . Aunque por supuesto hubo momentos más tranquilos, como cuando sonó “A dos metros bajo tierra” con el confidente respeto de todo el público, y otros de verdadera euforia, cuando llegaban esas canciones que ya son himnos que resuenan en la cabeza de los fans de LHR. Y esto a pesar de que los seguidores de siempre echamos a faltar muchos grandes temas, pero claro, 20 años dan para mucho y en un concierto no se puede tocar todo.
Poco a poco, y sin darnos cuenta de que el tiempo pasaba, fueron tocando esos temas más actuales intercalados con otros como “Van a por nosotros”, “Siberia”, “El eje del mal”, “Cajas tristes“, “Febrero” o los “himnos” en los que el grupo alcanzó mayor comunión con el público “Voy a hacerte recordar”, “Indestructibles” y “Segunda oportunidad”.
Como ya nos tienen acostumbrados, el concierto, musicalmente hablando, fue perfecto, tienen tablas, son músicos, y en el escenario se defienden tan bien como en el estudio de grabación. Todo sonaba bien, claro pero contundente, la batería, los teclados, el bajo y sobre todo la guitarra, instrumento muy importante en los discos de LHR pero sobre todo en sus directos, ya que en concierto LHR son más guitarreros que en sus discos, algo que imprime energía a sus actuaciones y contribuye a esos momentos de subidón tan necesarios en un concierto. Como dice una buena amiga, es como si el guitarrista fuera un rockero encerrado en un cuerpo de popero!
Durante todo el concierto el grupo se mantuvo en continuo diálogo con el público, algo a lo que ayuda la cercanía de la sala López, hubo bromas, anuncios de futuros proyectos,… Eso si, todos bastante serios y concentrados en su trabajo excepto Jorge que, como siempre, fue el alma de la fiesta. Sabe cómo comportarse en el escenario, como mirar al público, como dirigirse a él, y eso, se lo agradecen todos. Incluso se atrevió, ante la insistencia de los espectadores en que tocaran canciones que no estaban en el repertorio por falta de tiempo, a hacer un remix con los temas más conocidos de LHR y que por desgracia no íbamos a poder escuchar ese día. Dos frases de cada canción con unos cuantos acordes de su guitarra fueron suficientes para calmar las ansias del público. Eso y la promesa de que el próximo año volverán a Zaragoza a celebrar sus 20 años como grupo, gira en la que tocarán todos los singles de su carrera.
Y después de una veintena de canciones, bises incluidos, llegó el apoteósico final, algo típico en los conciertos de LHR, y el tema elegido para esta ocasión fue “Ayer”. En ese momento la euforia se apoderó de toda la sala, Jorge bajó del escenario y se puso a cantar y bailar entre el público, incluso se atrevió a subir a la barra del bar de la sala, haciendo del final del concierto una fiesta entre amigos que disfrutan con buena música.
Tras esto, todos fuimos saliendo con el cuerpo lleno de buen rollo y quedando a la espera de celebrar sus 20 años, seguro que será una gran fiesta y habrá muy buena música.
Eva Larrosa