Si usted ya profesa una religión y además es practicante: enhorabuena, ya tiene una fe que explica su existencia y la de todo lo que le rodea. Para el resto, el pastafarismo puede ser la salida que busca a sus devaneos entre el agnosticismo y el ateísmo.
En el año 2005 el estado de Kansas permitió la enseñanza del “diseño inteligente” (una denominación buscada para eludir la ilegalidad del creacionismo) en contra de la “teoría de la evolución”. Esta decisión, afortunadamente, fue revocada en el año 2006, pero no quedó ahí la cosa, su implantación ya había hecho surgir un movimiento en su contra que no ha dejado de crecer hasta ahora, el pastafarismo. Bobby Henderson, físico de carrera, envió una carta abierta al consejo de educación de ese estado para protestar irónicamente por la decisión que habían tomado, y esa carta se convirtió en el texto fundacional de la religión del Monstruo del Espagueti Volador.
¿De dónde proviene la inteligencia humana? Del cerebro. ¿Qué es lo que más se asemeja a nuestro cerebro? Un puñado de espaguetis. Bien, dotemos de personalidad a ese puñado de espaguetis, ¿con un par de ojos? Vale, le ponemos dos albóndigas. La repuesta de muchos sectores conservadores fue: demuéstrenos la existencia de ese monstruo. La respuesta de Henderson: demuéstrenme la existencia de Jesucristo.
Otro de los aspectos básicos de la religión del Monstruo del Espagueti Volador es el ecologismo y su preocupación por el calentamiento global. Está demostrado que desde 1820 ha ido en aumento. Casualmente, a partir de 1820 se produjo un descenso importante de la población de piratas (de los de parche en el ojo y pata de palo). Pues bien, es un hecho directamente relacionado que cuanto más piratas hay menos contaminación existe. La prueba está en que el país que menos CO2 emite a la atmósfera es Somalia, que a su vez es el que más piratas tiene. Para reivindicar esta circunstancia todos los pastafaris deben vestirse de pirata los viernes y pasearse públicamente, a modo de día del orgullo pastafari.
Al igual que los judíos llevan el kipá o los católicos un crucifijo para identificarse religiosamente, los pastafaris llevan un escurridor de pasta a modo de sombrero. No sé si será un montaje o algo real, pero circulan desde hace tiempo por internet los carnets de identidad de un ciudadano austríaco y otro checo luciendo el escurridor en sus azoteas. Cuentan que lo han conseguido después de años de luchas legales. Si es cierto, me alegro, quizá el mundo aún tenga salvación.
Carlos Garcés.
Si quieres saber más:
http://www.venganza.org/ (página oficial, en inglés)
http://es.wikipedia.org/wiki/Pastafarismo
http://pastafarismo.blogspot.com.es/2008/01/los-ocho-mandamientos-pastafaris.html