“Proyecto Zeta surge desde el placer, del éxtasis de un orgasmo”
Así reza la primera frase del texto de introducción para el proyecto fotográfico que está realizando el entrevistado de hoy, Ramón Peris, fotógrafo afincado en Maella aunque oriundo de Valencia. Su trabajo suele ser de fotografía social, sobre todo bodas, aunque a veces también trabaja para catálogos de moda y como fotógrafo de agencia.
Es mi primera entrevista, y estoy algo nervioso, espero que el entrevistado no me lo note mucho, pero seguro que me lo perdona porque no es precisamente la primera vez que hablamos. He compartido con Ramón Peris algunas experiencias, y otras tantas conversaciones interesantes, aunque todas sin ánimo de ser reproducidas, así que esta vez no es lo mismo. Ni siquiera por el tema que vamos a tratar, “Proyecto Zeta”, un trabajo donde aborda la sexualidad y el erotismo desde su particular punto de vista, siendo los genitales masculinos y femeninos el principal objetivo de sus fotografías. Quedamos en mi casa y saco dos cervezas.
Hola Ramón, para empezar, cuéntanos cómo te metiste en este mundo y por qué decidiste hacer de la fotografía tu profesión.
Siempre me ha gustado hacer fotos, capturar un momento de una vida, o de un objeto. Yo siempre era el amigo pesado que llevaba la cámara de fotos o de vídeo a todas partes. Me decidí dedicarme a ello por pura casualidad, la culpa la tienen unos prismáticos que nunca compré y en su lugar compré una cámara réflex.
Ahora vives en Maella, pero eres originario de Valencia, ¿cómo llegaste a la comarca y por qué elegiste Maella?
Sí, soy nacido en Valencia, allí es donde viví parte de mi vida, mi juventud y donde conocí a mi compañera. Pero había que cambiar, los cambios son buenos y por eso nos decidimos a marchar. Que estemos aquí es pura casualidad, podríamos estar aquí, en Soria, o en cualquier otro lugar.
Vamos a hablar de tu último proyecto, ¿por qué decides acometer algo tan complejo como el “Proyecto Zeta”?
Me gusta la fotografía erótica, me es indiferente si es de mujer o de hombre, siempre me ha gustado, pero no me gustaba el modo en que se suele tratar, no me gustan los estándares de erotismo que se suelen dar en las revistas, televisión, etc. Están muy estereotipados y se ven muy forzados, muy falsos. Siempre hay que pensar en qué esconder, en qué mostrar. Por eso no tiré por ahí, quería hacer fotografía erótica, pero no me gustaba el modo en que se hacía. Siempre he tenido en mente hacer fotografía erótica, pero no de esa manera. Salirme de los estereotipos de siempre, sin llegar a la pornografía. Quería romper una barrera que a mi modo de ver no tiene sentido, no la entiendo, no entiendo por qué ocultar los genitales.
Pero, puede haber gente que sí lo considere porno…
Que sea pornografía del punto de vista del que hace la foto… Depende del fotógrafo y yo no hago porno.
Eso es muy subjetivo, el punto de vista del espectador es importante y si él considera que sí lo es, poco puedes decir tú al respecto.
Por supuesto que depende del espectador, pero sobre todo del fotógrafo. Mira, en esta sociedad, la pornografía es algo que se consume, busca en Internet, y verás qué fácil y cuántos resultados salen en cualquier buscador. Pero nadie habla de ello, es como si no existiera. Yo quería romper el estereotipo de que si se ven genitales es porno y si no se ven es erotismo. No pretendo hacer porno, eso es otra cosa, yo quiero romper la barrera que hay en el erotismo, el miedo a mostrar los genitales.
Y de ese romper la barrera surgió la idea del proyecto…
La idea surgió con la primera foto del proyecto, que es la primera foto que se ve en la página web. De cómo representar ambos mundos, de cómo sacar una imagen sin que pudiera ser tratada de porno. El reto era romper esa barrera. El reto es usar vulvas y penes como sujetos fotografiados. Los genitales son el órgano peor tratado en el mundo de la fotografía. Si tú le dices a una mujer que dibuje su vulva, la mayoría no sabría muy bien cómo. ¿Por qué lo escondemos? El sexo es algo que todos tenemos y todos disfrutamos. Todos lo disfrutamos, y el que me diga que no o miente o tiene una enfermedad.
Pero, a pesar de lo cotidiano del sexo, no será tan normal mostrarlo cuando no se hace en público, quiero decir, comer todos comemos en un momento dado en público, pero el sexo no lo mostramos nunca.
Ahí está, ahí es donde me siento un cruzado. ¿Cómo nadie ha hecho esto antes? ¿Qué mal hay en hacer esto? ¿De qué me pueden tachar por ello? A mí, hay gente me ha comentado: “¿Tú te has dado cuenta de que tu web de bodas enlaza con esto?” Sí, por supuesto. No me quiero esconder. De hecho estoy orgulloso de hacer algo que no había hecho nadie. En dibujos sí que parece normal, pero en fotografía no.
Mira, en la exposición donde salieron estas fotos, “Harto de sexo” en Valencia, había unas 180 obras de todo tipo, con una sección de fotografía, pero siempre con el estereotipo erótico, siempre lo mismo, siluetas, sombras… ¡Siempre lo mismo! Yo saco el pene y la vulva, no es tan difícil, es la base del sexo, y lo saco de forma bonita. En mi proyecto hay fotos simplemente bonitas, y otras con algo de mensaje, con doble sentido mejor dicho. Hay una foto de unos labios con forma de corazón, que es en realidad es lo que se representa cuando alguien dibuja un corazón, y no al corazón, ya que este no tiene esa forma. Hay otra, con balas, que representan la masculinidad en su aspecto más violento, el macho, la hombría… Es como una metáfora. En este proyecto hay fotos que son metáfora y fotos que son crudas. Como sé que la sociedad es crítica con el sexo, es crítica con este tipo de fotos, he puesto un texto al comienzo que es importante leer antes de ver las fotos.
¿Has llegado a comentar tus fotos con algún fotógrafo de renombre o algún compañero que te dé su punto de vista?
He enseñado las fotos a fotógrafos profesionales, profesores míos, y nadie supo qué decirme. Y estoy hablando de fotógrafos famosos. No me han llegado a dar una crítica.
¿Y por qué crees que no te han dicho nada?
Porque no hay nada parecido. Si alguien te presenta este trabajo… ¿Qué dices?
Yo no supe qué decir cuando las vi.
¿Técnicamente las vas a criticar? No. Están bien. ¿Puedes criticar el contenido? No. Es como criticar un árbol en una foto a un árbol. Esto es algo completamente natural y normal, es algo que todos tenemos y disfrutamos. No pretendo cambiar nada, sólo saco a la luz ideas. Si fuera pintor pintaría, si fuera escultor haría esculturas. Soy fotógrafo y hago fotos.
¿Qué quieres decir con que así es como piensas?
Mi pensamiento es muy crítico. En televisión hay escenas de violencia y se sacan con una naturalidad tremenda, y para esto la sociedad es muy crítica. Para mí es mucho más bonito ver un pene o una vulva a ver un accidente de tráfico o ver calamidades, que vemos todos los días en las noticias, incluso en horario infantil. ¿Por qué esto no se enseña?
Y si se enseña es porno.
Exacto. Todos lo vivimos y todos lo disfrutamos. ¿Por qué ocultarlo? Pero desde siempre. Se habla de los antiguos romanos, pero tampoco era tan así. Había clases pudientes que sí. Como ahora. Fíjate en la película de Stanley Kubrick “Eyes wide shut”. Eso es real, hay gente que vive así. ¿Por qué hay que tratarlo de feo o de guarro? Últimamente leo muchos libros de temática sexual, como curiosidad y para saber cómo evolucionar en el proyecto. Mi idea es ir tomando fotos y luego ya las clasificaré. El proyecto está en continua evolución. Como las parafilias. Hoy en día está de moda las clínicas que curan de la “adicción al sexo”. Eso es una enfermedad completamente inventada, para sacar el dinero a la gente. Hace un tiempo sacaron en las noticias de máxima audiencia que Michael Douglas tenía cáncer de garganta por haber practicado sexo oral. (!!!) Eso da una imagen muy negativa del sexo. Yo creo que es una manera de tener controlado a la gente.
No acabo de ver cómo. Quiero decir, la religión sí veo cómo controla a la gente, pero no veo cómo el sexo puede contribuir al control social.
La historia la escriben los que mandan, y nunca se ha hablado de sexo, porque en es una manera de mantener el miedo. Han hecho estudios y se sabe que en el momento del orgasmo todo el cerebro está en plena actividad. El cerebro piensa con más lucidez en el momento del orgasmo. Si los soldados tuvieran sexo antes de entrar en combate no irían, porque se lo pensarían mejor. Si la gente practica mucho sexo, piensa mejor, y se daría cuenta de cosas que los que mandan no quieren que nos demos cuenta. Tienen que meter miedo para que se vea como algo sucio.
Ya veo, ya… es como la religión…
Tienes que ver un documental que se llama “Mea maxima culpa”, trata de los abusos cometidos por muchísimos clérigos y que la iglesia se ha preocupado mucho por ocultarlo. Las tres religiones monoteístas principales, son iguales, vienen a ser lo mismo. ¿Por qué niegan lo evidente? La única explicación es el control de la gente. ¿Por qué no quieren repartir condones en África?
Tal vez les fastidia admitir que estaban equivocados…
No ven el problema. Es como los políticos, se creen dios, cuando el poder se lo ha dado la gente, otra cosa es lo que ellos nos quieran hacer creer. Si cinco millones de personas, de los que están parados, por ejemplo, fueran a Madrid y dijeran “ya vale”, ¿quién sería dios? El congreso se toma con cien personas organizadas, imagina cinco millones. Nos han hecho sentir que estamos bien, y que no podemos perder lo que tenemos… Pero bueno, que nos estamos yendo del tema.
Cierto… dime cuál es tu foto preferida.
Me gustan todas. No tengo una foto preferida. Todas tienen algo. Mira, cuando yo le pido a alguien que sea modelo de este proyecto, le muestro mi foto. Yo soy el primero vinculado al trabajo, y digo que voy a enseñar lo más íntimo. Entiendo que es una situación comprometida. No es fácil tener una erección delante de un desconocido, o quedar una mañana para enseñar la regla… En mi primera foto quedan asentadas las bases de lo que iba a hacer. Desde esa primera foto hasta decir que voy a trabajar en este proyecto pasaron cuatro meses que estuve pensando.
¿Quieres otra cerveza?, así es más fácil que se te sueltes al hablar (bromeo yo).
(Risas)
Saco otras dos cervezas, momento que sirve para que se relaje el interrogatorio. Continuamos con la entrevista.
¿Por qué ese nombre?
Porque es un nombre muy común para cualquier tipo de proyecto. Quería que de entrada el espectador viera un nombre muy normal, aunque luego las fotos no se lo parezcan.
Hay un silencio mientras Ramón piensa, y hace unos comentarios cambiando ligeramente de tema, le ha venido a la mente algo relacionado con alguna pregunta anterior.
Mira, no entiendo que la serie “Espartaco” sea más criticada por verse unas tetas que por la violencia extrema y explícita que sale. ¡Pero que sale gente matándose! Y con todo detalle… cómo la espada le corta el cuello y sale la sangre. Y eso está normalizado, y las escenas de sexo son las que escandalizan.
El otro día leí que hablaban de pornografía en la serie “Isabel” de TVE, porque salió una teta en pantalla… ¡por una teta! Y lo tratan de pornografía.
Una pregunta que yo creo que la gente se la hace, de hecho al principio hasta yo me lo pregunté: ¿Puede que haya gente que piense que esto lo hagas por llamar la atención?
Por supuesto.
¿Y qué opinas?
Me la repampimfla. Fíjate que mi nombre está vinculado a una web de fotografía de bodas. Eso me va a hacer una criba de la gente que me va a llamar para hacer fotos de su boda, me va a quitar clientes, porque las fotos de bodas es lo que me da de comer. Pero tengo suerte y nunca he pensado en eso, no soy fotógrafo por dinero. Yo por este proyecto no cobro ni pienso cobrar, otra cosa es que me digan que quieren hacer una exposición y me piden una foto, tampoco la voy a regalar, pero no es algo que haga por dinero.
Ramón me insiste en varios momentos, tanto directa como indirectamente, en que necesita modelos.
Yo quiero seguir con este proyecto, y necesito modelos, voy a ir a Baleares a hacer fotos a una pareja, un chico y una chica, y también iré a Valencia porque he encontrado una pareja de homosexuales. No busco ninguna estética concreta, busco más las ideas y conceptos. Y nunca se ven caras. A los modelos les regalo una foto de recuerdo, en un marquito de madera, ese es mi pago por la foto. Es un proyecto altruista, están disponibles en mi web, y te las puedes descargar si quieres.
Háblame sobre la dificultad para encontrar modelos.
Tengo que decir que agradezco a los que posan como modelos para este proyecto, entiendo que no es como posar para la revista “Time”, posar para este proyecto es algo muy íntimo, y lo valoro. Sobre la dificultad… me abre muchas puertas el hecho de que la primera foto sea mía. No pido nada que yo no haría, y creo en mi proyecto. Soy un implicado y eso me da más autoridad para poder pedir posar a quien quiera. En mi primera foto se sabe que soy yo, pero el resto nadie sabrá de quién son, más que los mismos modelos, a no ser que me pidan que se sepa (aún no ha ocurrido).
¿Pero tienes dificultades para encontrar?
Sí y no. Tengo labia, y puedo convencer. No soy tímido, soy extrovertido y creo en mi proyecto. Eso es lo mejor, eso da confianza. Tengo que sacar el máximo provecho de quien esté dispuesto a posar, porque a mí me cuesta dinero (desplazamientos, dietas, alojamiento…).
Para terminar, ¿qué esperas de este proyecto?
Espero hacer lo que realmente creo que hay que hacer. ¿Por qué iba un cruzado a las cruzadas? Porque creía que estaba luchando contra el mal. Yo creo que lo que tengo que hacer lo tengo que hacer. Quiero normalizar las fotos a penes y vulvas. Quiero naturalizar los genitales. Que dejen de ser ese halo oscuro, pornográfico y repulsivo. Es algo natural.
Y ya de final, recomiéndanos un libro, un disco y una película.
Libro: “Vulva” de Mithu M. Sanyal.
Disco: “Somiatruites” de Albert Pla, en especial la canción «Todo es mentira».
Película: “Old boy” de Park Chan-wook.
“Proyecto Zeta” Ramon Peris se puede ver en su web: www.ramonperis.es
Javier Giménez